28 de abril de 2010

Capítulo 23.

I can't help it.

Cuando salimos del cine los últimos rayos de sol aun alumbraban las calles, así que decidimos volver andando en lugar de coger un taxi. El camino de vuelta fue exactamente igual: hablando, riendo, caminando de la mano. ¿Se podía ser más feliz de lo que lo era yo?
Me comentó que le gustaría quedarse a dormir a casa, una idea que a mí, más que genial, me pareció perfecta. Cenamos con las chicas, con las que cada vez tenía mejor relación, y nos metimos en seguida en la habitación. Para desgracia nuestra esa noche tampoco nos dejaron lavar los platos.
Fui un momento al baño a ponerme el pijama (más bien, unos pantalones de chándal y una camiseta vieja) y cuando llegué me le encontré tirado en la cama, con los ojos cerrados. Me pregunté si en 2 minutos que había tardado en volver se había podido quedar dormido.
Con cuidado, me recosté junto a él, que abrió los ojos y sonrió. Entonces rodé, hasta colocarme prácticamente encima de él. Sonrió aún más y, como siempre hacía, agarró mi cara delicadamente atrayéndome más hacía él, hasta que nuestros labios chocaron. Seguía sin poder describir el millón de sensaciones que sentía cada vez que eso pasaba. Colocó su otra mano en mi cintura, e hizo que finalmente me tumbara encima de él.
- Eh, un momento -me incorporé, dejándole anonadado en la cama.
- ¿He hecho algo mal? -preguntó, tímidamente.
- Pues... Sí. Bueno, ahora no. Pero sí. Has hecho algo mal -se incorporó el también y pude ver la preocupación en su rostro-. El otro día me dijiste que tenías un montón de razones para pensar que esto pudiera salir mal. Para empezar, no estoy de acuerdo: esto no va a salir mal. Pero aún así, dejando al lado la evidencia -recalqué esa última palabra y entrelacé mis manos con las suyas- de que todo va a ir bien, quiero que me digas por qué piensas de ese modo. Por qué piensas que algo puede fallar.
Suspiró
- Ya te dije que tengo muchas razones...
- No quiero que me repitas eso, quiero que me digas cuáles. Estoy segura de poder tirar cada una de esas razones a la papelera.
Volvió a suspirar y se apoyó en el respaldo de la cama. Me coloqué justo en frente de él, dejando poco espacio entre nosotros.
- La primera razón, y supongo que la principal, es que... -tomó aire y me di cuenta de que esto le iba a costar-. He crecido entre gente que sólo me quería por mi talento, nunca han valorado la persona. Nunca les ha importado si no he tenido tiempo para jugar y crecer, o cómo me encontraba realmente. Sólo les importaba lo que pudiera hacer delante del público. Y ahora... Ahora ocurre igual. La gente sólo quiere al artista, al que sale al escenario y hace la función. La gente quiere estar cerca de mí por lo que pueda proporcionarles el artista, el que tiene talento y gana dinero; el que puede comprarle caprichos si al final consiguen una relación con él; el que les da la comodidad de saber que aunque tengan apuros, aparecerá mi influencia para sacarles de ellos. A nadie parece importarle lo que yo, Michael, pueda darles; no les importa si soy simpático, callado, gracioso, amable o tímido. Nadie conoce como soy, y nadie quiere conocerlo porque a nadie le importa. A nadie le importa lo que hay detrás de focos, micrófonos y dinero... -bajó la cabeza -. He aprendido que no puedo confiar en nadie...
- Michael, todo eso... Sabes cuánto siento que haya sido así. Pero tiene que saber que yo sí... -bajé la mirada, cayendo en la cuenta de todo. Solté sus manos y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Mis pupilas se inundaron de lágrimas en cuestión de segundos-. Tampoco confías en mí... -hice un máximo esfuerzo por hablar sin tartamudear.
Al cabo de unos segundos, suspiró de nuevo y comenzó a hablar.
- Sí, confió en ti. Claro que confío. Fue inevitable hacerlo.
Continué con la mirada baja, aún así notaba como clavaba la suya en mí.
- Oye, escucha... -intentó levantar mi cabeza, pero fue inútil, pues la volví a bajar de nuevo, evitando contemplar su rostro-. Judith, ya te lo dije, me salvaste de todo, ¿recuerdas? ¿Como no voy a confiar en alguien que me salvó hasta de mi mismo? Muchas inseguridades y muchos miedos se fueron cuando tú llegaste.
- Aún así, si me has dicho todo esto...
- Si te he dicho todo esto es porque, sí, claro que tenía el miedo de las intenciones que pudieras tener conmigo; de que yo me ilusionara y que para ti esto no significara más que “un pasatiempo con alguien famoso del que luego me podré aprovechar” -aquella última frase la dijo de tal modo que me hizo pensar que no era la primera vez que la decía.
- Mi única intención ha sido siempre poder disfrutar de tu compañía.
- Lo sé, pequeña-. Volvió a agarrar mis manos y las acarició como sólo él sabía a hacer-. Sé que tú no eres como los demás, pero aún así... Entiéndeme, no creo que pueda liberarme pronto de ese miedo.
Tiró de mí hacia él y me apoyó en su pecho. Acarició mi cara con ternura y me susurró:
- Eres más de lo nunca he tenido.
Busqué sus labios con urgencia y él me los ofreció en seguida, devolviendo mi beso con ganas y aferrando mi cara con firmeza. Adoraba cuando hacía aquello, sólo podía significar que me quería cerca de él.
- Estoy segura de que tarde o temprano mandaré ese miedo lejos de aquí -sonreí levemente, separando unos centímetros nuestros labios-. Aunque creo que deberías hablarme de tus otros motivos; ya sabes, para acabar con ellos.
Volvió a besarme, mientras deslizaba su dedo por mi brazo.
- ¿Tiene que ser ahora? -exhibió una gran sonrisa, una de mis preferidas: la que escondía picardía.
Volvió a besarme, siempre de aquel modo tan arrebatador, y con sus manos me fue guiando hasta que me coloqué encima de él.
- Um... Creo que podré esperar -dije, perdiéndome nuevamente en sus labios.

Colocó su mano en mi cara y me la sujetó, como siempre hacia, con firmeza. Era increíble lo dudoso que se mostraba a veces y sin embargo la seguridad que parecía tener en sí mismo cuando se trataba de hacerme perder la cabeza, que era lo que estaba haciendo en esos momentos. Apoyó su otra mano en mi cintura, y comenzó a trazar círculos imaginarios, provocándome mil y un escalofríos. Abandoné sus labios y le besé con dulzura por todo el cuello, hasta llegar a su oreja, que la mordí ligeramente. Pude sentir como se estremecía. Buscó mis labios y me besó de tal modo que creía que íbamos a salir de allí en llamas. Solté su cara, coloqué mis manos en su cuello y comencé a bajar delicadamente hasta llegar al fin de su camiseta. Tiré de ella para arriba y volví a sentir como temblaba.
Imprevisiblemente, detuvo mis manos y retiró nuestros labios.
- ¿Qué pasa? -pregunté, temiendo haber ido demasiado lejos. Nunca habíamos hablado de ello, pero sabía perfectamente que el no había estado con ninguna otra chica. Y también conocía de sobra sus ideas acerca de esto, a pesar de que tampoco me las hubiera mencionado. Con Michael, tenía que ir poco a poco. No era para nada como cualquier chico de 21 años, que busca llevarte a su cama a la primera de cambio. De hecho, eso le daba igual.
- Nada. Estoy cansado -bostezó-. Deberíamos dormirnos.
- Vale -me tumbé a su lado y me apoyé contra su pecho, disimulando las ganas que tenía de haber seguido besándolo durante mucho, mucho tiempo-. Hasta mañana, Mike.
Me abrazó con dulzura y me cantó al oído hasta que me quedé dormida.
Cuando desperté a la mañana siguiente, él estaba mirándome con los ojos abiertos como platos.
- Buenos días, pequeña.
- Buenos días... ¿Cuánto llevas despierto?
- Pues... Una hora, o así.
- ¿Y por qué no me has llamado?
- Estabas tan achuchable durmiendo...
Levanté la cabeza para mirarle y me mostró una gran sonrisa que, sin embargo, pronto se desvaneció.
- ¿Estás molesta por lo de ayer?
- ¿Ayer? ¿Qué pasó ayer? -me hice la tonta aunque sabía muy bien a que se refería.
- Pues... A que... -comenzó a sonrojarse y yo a sonreír. Se incorporó un poco y yo hice lo mismo para poder observarle más de cerca-. A que no deje que... Siguieras.
- ¡Ah! Que va, no pasa nada. Estabas cansado, ¿no? No iba a obligarte a seguir despierto. Algún día lo haré, pero de momento creo que no -sonreí.
Sonrió él también y agarró mis manos. Comencé a jugar con un pequeño rizo que le caía por el lado izquierdo y me apoyé en su hombro.
- Tengo que hablarte de algo -dijo de pronto.
- Tú dirás.
- Verás... -tomó aire, lo que me indicó que aquello de lo que quería hablarme no era nada fácil para él. Imaginé de qué se trataba-. Yo nunca... Nunca he estado con ninguna chica.
- Ya lo sé, Mike. Y no me importa.
- Pero... No soy como los demás, ¿sabes?
- Eso también lo sé.
- Quiero decir, que... Yo no busco un rollo, ni una noche; como buscan los demás. Cuando veía a mis hermanos como se acostaban con chicas y al día siguiente no se acordaban de su nombre, lo único que sentía era asco. Yo no quiero ser así. Prefiero... Quiero esperar. Hasta que sienta que de verdad quiero hacerlo. Espero que no te importe...
- ¡Claro que no me importa! -me incorporé y le cogí la cara, mirándole a los ojos para infundirle confianza-. Me encantas tal y como eres; no quiero que cambies ni tus ideas ni tus pensamientos. ¿Vale? -le besé, retirándome deprisa y salté de la cama-. Vamos a desayunar, anda.
Cogí un pantalón y una camiseta al azar y me fui al baño a cambiarme. Cuando regresé a la habitación, Michael me llamó desde el salón.
- ¿Son tus padres? -dijo, señalándome una fotografía que estaba encima de un mueble.
- Sí... ¿Cómo lo sabes? -pregunté asombrada. Alrededor de esa foto había otras tres, con los padres de las Marinas y de Lorena; y en cambio supo que esos eran los míos.
- Por las descripciones que me hiciste de ellos.
- Michael, esas descripciones te las hice hace casi dos meses... ¿Todavía te acuerdas?
- Claro -sonrió.
Me mordí el labio inferior. ¿Por qué era tan tan tan tan perfecto?
Fuimos hasta la cocina y calenté dos vasos de leche, que por cierto, la odiaba. Pero Michael se empeñó, y a ver quien era la lista que teniéndole delante le decía que no a algo.
- Por cierto, ¿qué canción me cantaste anoche? -dije, dando un mordisco a una galleta, y ofreciéndole a él.
- I can’t help it. Está en el disco. ¿Te gustó?
- No me acuerdo muy bien lo que decía. Pero recuerdo que la melodía me pareció preciosa -volví a dar otro mordisco, y le miré intrigada-. ¿De qué habla?
- I can’t help but love you. It’s getting better all the time... -comenzó a tararear-. And I’m so glad I found you, girl. You’re an angel in disguise...
Esbocé una gran sonrisa.
- Es algo así como... -mordió otra galleta y sonrió-. Alguien que se está enamorando, y no puede evitarlo.

21 comentarios:

  1. :O

    Capi Hot? yeeaa yeaa (8) jajajajaja..!

    continuaa porfavoorr..!! un troziito maaas..!

    Besos!

    Paolii95

    ResponderEliminar
  2. Por cierto, chicas, aclarando el tema de los ojos...
    Que me refiera a ellos como negros, se debe a que yo siempre se los he visto así, desde la primera vez que le vi.
    Es cierto que hay veces que parecen marrones, marrones oscuros, o incluso marrones color café. Pero si os dais cuenta es solo durante la época de Bad, y estoy segura de que ese no es su color natural.
    Así que para mí, son y serán siempre negros :)
    Un besazo enorme para todas (L)

    ResponderEliminar
  3. uuuuh que capitulo tan sersiii jaja
    ME ENCANTA!!
    (L)

    ResponderEliminar
  4. espera liberiang., entons con eso insinuas que mikey uso lentes de contacto o___O?!...

    ResponderEliminar
  5. No sé si uso algo o no... Sólo sé que en Bad sus ojos cambiaron, o eso parece.
    El otro día cuando mencionasteis lo de los ojos marrones, me dediqué a ver fotos suyas, y a fijarme en ellos. Sólo se les veía de ese color, en esa época; en las demás se puede apreciar sus ojazos negros.
    El próximo capítulo que suba, lo haré con una foto en la que se vea sus ojos negros; y al siguiente con la foto que más me hizo dudar a mí de si les tenía marrones o no.


    Es igual, sería perfecto aún teniendolos morados :D

    Un beso(LLL)

    ResponderEliminar
  6. bue xP, aunque aun asi, como explicarias que en varias partes confirman que eran marrones xP?

    pero en fin, si lo de "ojos negros" es para darle un toque poetico o algo asi, bue, no suena mal XDDDD.
    Es solo que detalles como esos al menos una buena parte de los fans (o eso creo xD) nos lo sabemos.

    ResponderEliminar
  7. ah no no nos dejes con las ganas, quiero masssssss

    BESOS

    ResponderEliminar
  8. No digo que sean negros, yo digo que siempre les he visto negros, excepto en algunas fotos que se ve que son de color claro, y siempre les voy a ver asi:) Por supuesto, cada una puede tener su opinion, y yo la respeto:)
    Esta tarde intentaré subir capítulos, aunque no sé si tendré mucho tiempo:s
    Un besazo para todas(L)

    ResponderEliminar
  9. madre madre que capitulo... michael sexy sexy :P me muero porque subas los siguientes ai ai ai!!!!

    estoy a punto de tener un paroooooooooo =)


    me encanta el capitulo, pero pobreecito toda esa gente aciendole daño.... :(


    uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo capi urgente capi urgente!!!!


    liberian que me mueroooooo =)

    ResponderEliminar
  10. Maadreee miiia q caaaxoo de capitulo... siempre nos dejas en la mejor parte why????
    yo creo q lo de los ojos marrones será x el flash ese o como se escriba,los negritos o la gente de color como preferais (no pretendo ofender solo q no se como decirlo), tienen los ojos negros


    ¡¡¡¡sube otro capitulo yaaaa plisss!!!

    ResponderEliminar
  11. Chicas, chicas, chicas... No sabeis cuanto lo siento, pero no creo que pueda subir hoy un capítulo :(
    Tengo mil millones de cosas que hacer, y seguramente no me de tiempo a hacer todo :(
    Prometo recompensaros (y yo si lo hago :P) con muchos capítulos entre mañana y el Sábado por la mañana :)

    Un besazo para todas (LLLLLLLL)

    ResponderEliminar
  12. cita de anonimo: "los negritos o la gente de color como preferais, tienen los ojos negros"

    that's racist...



    mg

    ResponderEliminar
  13. graciiiiiiassss espero esa recompensaaaaaa :D

    te quierooooo (L)

    ResponderEliminar
  14. no lo sientas liberian, es normal , estaras liada. Recompensa fijoo eeh! :)

    pero muchos muchos capiis ..tochoos! jaja

    Besos!!


    Paolii95

    ResponderEliminar
  15. No pienso para nada que lo de "los negritos o la gente de color como preferais, tienen los ojos negros" sea un comentario racista. Es simplemente, una realidad. No creo que hayais visto mucha gente de color con los ojos azules...

    Si fuera racista, dudo que estuviera leyendo esto.

    ResponderEliminar
  16. ....joe jackson tenia ojos azules.

    ResponderEliminar
  17. He dixo muxa gente, no uno en concreto.
    De todas formas, sigo pensando que no es un comentario racista......

    ResponderEliminar
  18. eeee dijiste que ibas a subir episodios, no veo nadaaa xD

    ResponderEliminar
  19. Aiiis que moono ^^
    Es algo así como... -mordió otra galleta, y sonrió- ...
    jajajaaja Mola esa frase jaja

    ME ENCANTA LA HISTORIA!!
    ^^

    1 de mayo de 2010 14:02

    ResponderEliminar
  20. O

    qe monadaaaaaaas..!!!

    y michael? comoo se sonroja y todo^^ qee amor de hombre!!

    A MI ME CHIFLA LA HISTORIA! jajajajaajajaa:P

    liberian...mas recompensa mas mas mas!!!!

    Besos!!

    paolii95

    1 de mayo de 2010 14:11

    ResponderEliminar
  21. Uy que hombre tannn adorable, muy diferente a los demás, por eso nos tiene tan enamoradas

    BESOS

    2 de mayo de 2010 18:43

    ResponderEliminar