13 de abril de 2010

Capítulo 13.

Amigas.

Esa noche dormimos todas juntas en la cama de Marina, que era la más grande. No importó que durmiéramos apretadas ni tampoco el calor que hacía; importó que estuviéramos juntas, como siempre.
Yo no quería, ni podía, estar sola. No quería pensar en esa tarde ni en John. Ni siquiera en Michael. Quería despejarme. Necesitaba despejarme. Necesitaba a mis chicas. Como siempre.
A la mañana siguiente me despertaron con besos y cosquillas y me trajeron el desayuno a la cama.
- ¿Cómo estás? -preguntó Lorena, dándome un beso.
- Bien –contesté segura. Realmente, a pesar del incidente, lo estaba. Dormir había conseguido relajarme. Y, sobre todo, me había quitado un peso de encima. Ya no tenía que dar explicaciones a nadie ni fingir. Ahora era libre.
Marina y Lorena se fueron pronto a trabajar y nos quedamos Nana y yo tiradas en la cama una hora más como poco. A veces hablando, otras riendo, otras no haciendo nada.
- ¿Qué te parece si esta tarde la dedicamos a nosotras? -me dijo.
Sonreí ampliamente. Me apetecía un montón. La iba a contestar cuando el teléfono comenzó a sonar y se levantó a cogerlo. Transcurrieron unos segundos antes de que apareciera por la puerta de la habitación y me mirara, con una gran duda en su cara.
- Es... Para ti, Judith.
- Si es John... Dile que no quiero escucharle ni una sola pala...
- Es Michael -dijo, cortándome.
Me levanté tan rápido como me permitió mi cansancio y caminé hasta el salón arrastrando los pies.
- Hola, Mike.
- ¡Hola! -contestó, eufórico-. ¿Has visto el día que hace? ¡Hace un sol enorme! Podrías venirte, sería genial que fuéramos a dar un paseo, como el otro día. Además, aun no te he enseñado el lago. Hay un lago enorme, ¿sabes? Es precioso, de verdad, te va a encantar. También... ¡Tengo que contarte una cosa!
- Esto... Michael, esta tarde no puedo. Voy a pasarla con una amiga. No te importa, ¿no? -dije con total desánimo. No quería rechazarle, pero realmente necesitaba una <<tarde de chicas>>.
Tardó unos segundos en contestar y supuse que no se esperaba lo que le había dicho.
- No, no me importa... Pero, ¿te pasa algo? -dijo con ese hilillo de voz al que ya me tenía acostumbrada-. ¿No quieres...? -tomó aire, imaginaba perfectamente lo que iba a decir-. ¿No quieres verme más?
- No, no, no. No es eso, Michael, de verdad. Claro que quiero seguir viéndote -no entendía como podía imaginar una cosa así-. Mañana si te apetece llámame, ¿vale? No tengo que trabajar en todo el día, así que podemos pasarlo juntos.
- Vale... Solo si tú quieres, no quiero que...
- Michael, yo quiero. Prometo que como no me llames acabaré contigo a base de cosquillas.
Oí su risa al otro lado. Estaba segura de que tenía una amplia sonrisa cuando escuchó aquello.
- No podrás hacerlo. Pero, por si acaso... Te llamaré.
- Hasta mañana, entonces. Un beso, Mike -Y colgué. Lancé uno de esos suspiros típicos de mí, mientras recreaba esa preciosa sonrisa en mi mente.
- ¿Qué vas a hacer con Michael? -apareció Nana, que se sentó en el sofá, mirándome inquieta-. Ahora ya eres libre.
Cierto, no había pensando en eso...
Es igual, tampoco había mucho que pensar. Michael y yo éramos amigos.
Y no, no iba a hacer nada que pudiera alejarle de mi lado.

Nana y yo pasamos el día dando paseos, recordando anécdotas y riendo, riendo mucho. Si quería una distracción para todo sin duda esa era la mejor.
- ¿Te acuerdas esa vez que intentamos escaparnos desde mi casa hasta el pueblo de al lado para ver al chico que me gustaba? -recordó, en medio de un ataque de risa. Tuve que parar y sentarme porque pensaba que me iba a dar un ataque a mí también.
- ¡Fue mucho más genial!
Más genial era aún comprobar como ella sí podía evadirme de todo, hacer que olvidara todo lo malo que había a mi alrededor. Hace muchísimo tiempo construimos un mundo perfecto entre las dos, donde solo cabían sonrisas y buenos momentos. Daba igual lo que nos pasara si podíamos tener un abrazo la una de la otra.
Después se unieron ellas. Lorena y Marina. Entonces formamos el grupo perfecto. No necesitábamos más que a nosotras mismas para ser felices.
Llegamos a casa agotadas, pero con una gran sonrisa.
- Ha llamado Michael -dijo Lorena, nada más entrar.
- ¿Michael? ¿Otra vez? ¿Qué quería? -la preocupación se hizo dueña de mí, y deseé más que nada en este mundo que esa sonrisa que imaginé esta mañana no hubiera desaparecido.
Si alguien más aparte de las chicas hubiera visto mi cara en ese momento, seguramente se hubiera reído. Pero es que estaba asustada. Solo por imaginar lágrimas corriendo por su preciosa cara otra vez me daban escalofríos.
- Nada. En realidad no ha dicho mucho.
- Pero... ¿Estaba bien? Su voz era... ¿Normal?
Sonó la puerta, pero ni me inmuté. No me pensaba mover de allí hasta obtener cada detalle de todas las letras que hubiera dicho Michael cuando había llamado.
- Ya voy yo -dijo Marina.
- No lo sé... -continuó Lorena-. Ya te digo que no ha hablado mucho. Sólo ha preguntado que si estabas y que cuándo volvías.
Me senté en el sofá y cerré los ojos apretándomelos con los dedos. Comencé a mover la pierna derecha por puro nerviosismo, sin saber exactamente lo que hacer; ir a su casa cual fan histérica para verle o quedarme esperando a que llamara de nuevo.
- Judith... -oí la voz de Nana.
- Dime... -Estaba como en trance, así que ni siquiera me molesté en mirarla. Seguía cavilando cuántas posibilidades había de que me cogiera el teléfono Michael si llamaba a su casa.
- Hola -dijo esa tímida voz que reconocí al instante.
Abrí los ojos y ahí estaba ÉL, como un perfecto modelo. Sonreí y sentí unas ganas irrefrenables de abrazarle. Él también sonrió, y me tendió la mano para ayudarme a ponerme en pie. “¿Por qué no hacerlo?”, pensé. Me levanté y me estruje contra él, agarrándole por la cintura. Bendito paraíso.
Segundos después, me separé unos centímetros, los necesarios para contemplar sus ojos. Normales, sin ningún rastro de tristeza extrema. Conservaban esa dulzura a la que ya estaba acostumbrada. Sonreí aún más.
- ¿Qué tal estás? -le pregunté, aún sin separarme. Ese olor que provenía de él podía hacer perfectamente que alguien humano perdiera la razón.
- Bien, estoy bien. ¿Y tú? Esta mañana no parecías muy alegre.
Esta vez si me separé del todo, dándome cuenta de que él no tenía ni idea de todo lo que había pasado.
En un instante de distracción, vi a las chicas detrás, boquiabiertas. ¿Fue esa la cara que puse yo cuando le vi por primera vez?
Comencé a reír a carcajadas, lo que hizo que Michael mirara hacia el lugar que me había provocado eso y que ellas dejaran de estar tan atontadas.
- Eh... Nos vamos... Sí... Eso... Nos vamos a... Cenar por ahí. Os dejamos solos -consiguió decir Lorena, a trompicones.
En menos de tres minutos estaban las tres fuera y yo seguía soltando una risita de vez en cuando.
- Mira lo que has provocado -sonreí. Se sonrojó. Por supuesto, sino hubiera sido así pensaría que me habían cambiado a mi Michael.
Hasta la hora de cenar estuvimos en el sofá, sentados, hablando. Le conté todo lo que había pasado con John y cómo había decidido acabar completamente con ello. Me escuchó con total atención y apoyó mi decisión de terminar con algo que no me hacía feliz.
- Lo que no entiendo es como pudiste aguantar tanto... -dijo, finalmente-. Él no te merece.
- Bueno, lo importante es que se acabó, ¿no? -sonreí-. Ven, acompáñame -le cogí de la mano-. Tengo que hacer la cena. Además, creo que eres tú el que tienes que contarme algo, ¿no?
- Sí... En realidad tengo que pedirte algo.
Una vez que estuvimos en la cocina comencé a rebuscar una cazuela en condiciones para hacer unos buenos spaguettis. No había nada en el mundo que me gustara más y es lo único que ahora mismo me iba a entrar en el cuerpo.
- Tú dirás, Mike.
Vaciló durante unos segundos, jugando con una cuchara que estaba encima de la mesa.
- ¿Puedo quedarme aquí esta noche?

4 comentarios:

  1. que hermoso capitulo!!

    ResponderEliminar
  2. owo!! me encantó el capiii... voy de volada a leer el siguiente
    sigue así!

    ResponderEliminar
  3. uyyy no si le dicen que no que boba jajajaj muy bn el capi estuvo grandioso voy corriendo a leer el otro.

    27 de noviembre de 2010 02:34

    ResponderEliminar
  4. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!! QUE SE QUEDE!! QUE SE QUEDE! WAAAA XD

    ResponderEliminar