3 de agosto de 2011

Capítulo 59.

¿Y si...?

Así que en menos de una hora allí estaba yo, frente a la gran puerta de Hayvenhurst dispuesta a hacer algo, aunque aún no tenía claro el qué. Movía la cabeza una y otra vez observando el jardín, que estaba en calma, tranquilo, como siempre. Apoyé la frente contra la puerta y suspiré. Ni siquiera sabía qué iba a decirle. ¿Por qué siempre tenía que ser tan extremadamente impulsiva? Eso de decidir una cosa y hacerlo al instante estaba muy bien… Cuando tenías la seguridad de qué hacer.
Suspiré por enésima vez en treinta segundos y entonces le vi. Paseaba con Janet a una distancia considerable de donde yo me encontraba. Decidí que era la hora de hacer gala de mis orígenes pueblerinos y chillé tan fuerte que estaba convencida de que me habían oído en casa las chicas.
- ¡¡¡Michael!!!
Ambos se giraron y se quedaron parados, observando el lugar de donde había venido la voz. A los cinco segundos comenzaron a andar de nuevo.
Oh, genial. Cada día millones de chicas le llamaban de esa forma, ¿qué me hacía pensar que a mí sí me iba a atender?
- ¡¡¡Michael!!! –chillé aún más fuerte, comprobando que aún así seguía andando-. ¡¡¡Soy Judith!!! ¡¡Tengo que hablar contigo!!
Se detuvo en seco y miró a su hermana. Recé para que decidiera que era yo realmente.
- Esta juventud ya no sabe lo que hacer para llamar la atención y tiene que venir a molestar aquí –oí tras de mí.
- Que ridículo. Lo mismo hasta piensa que la va a hacer caso.
Abrí la boca hasta el suelo mientras veía alejarse a una pareja por la acera. Me habían confundido con una fan histérica.
- Oigan, si me hace caso y me hago rica me compro un chalet a vuestra salud –contesté, riéndome.
Se giraron y me miraron con aires de superioridad.
- Que insolente.
Reí a carcajada limpia y me giré de nuevo hacia la casa. Michael se encontraba a apenas tres pasos de mí, sonriendo y avanzando deprisa hacia la puerta. Supuse que había venido corriendo, a no ser que hubiera desarrollado súper poderes y su velocidad se hubiera multiplicado por mil. Viniendo de él, tampoco me hubiera extrañado.
- ¿Haciendo amigos? –rió.
- Tienes unos vecinos muy simpáticos.
Se apoyó en la puerta y exhibió una media sonrisa que me quitó el aliento.
- Sabría que vendrías.
La puerta comenzó a abrirse y me retiré lo suficiente para que no me abriera la cabeza con ella.
- Pasa, anda.
- ¿Estabas muy ocupado? –pregunté casi avergonzada.
- Sí, hoy tengo una agenda muy apretada –me detuve y le miré-. Tenía que pasear con mi hermana y luego pasear con mi hermana y luego tal vez pasear con mi hermana.
Moví la cabeza y sonreí. Que voz tan dulce tenía.
- ¿Entonces no molesto?
- No –dijo tajante-. ¿Quieres que demos un paseo?
- Um… Vale, lo que tú quieras.
Comencé a andar pero él permaneció parado, así que me detuve yo también.
- ¿Estás bien? –susurró.
Asentí, esperando que le valiera como respuesta. No retiró su mirada de la mía e imaginé que no había sido muy convincente, por lo que deduje que ese era el momento para empezar a hablar.
- ¿Cómo se supone que debe sentirse una después de darse cuenta de que la cobardía es más grande que todo lo que siente? –bajé la cabeza y sentí como se acercaba.
- Supongo que aliviada por haberse dado cuenta a tiempo.
Levanté la cabeza y le encontré a pocos centímetros de mí.
- ¿Por qué todos estáis tan seguros de que esto es bueno? Yo lo veo horrible, Michael. Me cuesta hasta mirarte a la cara –retiré la mirada de la suya y suspiré de nuevo.
- Lo que sería horrible es que no intentarás cambiar algo que no te agrada –levantó mi mentón y me obligó a mirarle de nuevo-. Y me encanta que me mires, así que hazlo.
Acarició mi mejilla y me fue absolutamente imposible dirigir mi mirada hacia otro lado. Me perdí en sus profundos ojos y traté de construir las palabras en la mente para después, una vez reunido el valor necesario, soltarlas como si fuera un papagayo: deprisa y sin pensar.
Entreabrí la boca para empezar a hablar pero entonces una pregunta sobrepasó todo lo demás.
- ¿Por qué estabas tan seguro de que iba a venir?
Sonrió.
- Porque te conozco. Sabía que lo que te dije ayer te iba a doler de tal modo que por fin entrarías en razón.
- ¿Sabías que iba a dolerme y no tuviste reparo en decírmelo?
- ¿Sabías que iba a dolerme y no tuviste reparo en acabar con todo sin ni siquiera darme tiempo a asimilarlo?
- Lo hice porque tenía muy claro que era lo que tenía que hacer.
- Yo lo hice porque tenía muy claro que era lo que tenía que hacer para que volvieras.
Sonrió de nuevo.
- ¿Siempre tienes que ganar?
- Sabes que sí.
Me mordí el labio inferior y mostré una leve sonrisa.
- ¿Y si he venido para decirte que me pareces alguien horrible por todo lo que me dijiste?
- Eso significaría que han cambiado a mi Judith y acabaría con quien lo hubiera hecho. Y tú no quieres que nadie sufra, ¿verdad?
- ¿Y si he venido para contrarrestar todo lo que me dijiste ayer y decirte que estás completamente equivocado?
- Te contradecirías a ti misma, porque hace menos de cinco minutos me has dicho… -se aclaró la voz y miró al cielo- “bla, bla, bla… la cobardía es más grande que todo lo que siento.” –dijo tratando de imitar mi voz.
- No sabes imitarme, que lo sepas… ¿Y si te he mentido en lo que he dicho?
- No sabes mentir, que lo sepas. Nunca has sabido.
Resoplé. Estaba claro que tenía que ganar siempre.
- Vale… ¿Y si he venido sólo para devolverte algo que te dejaste ayer en el restaurante?
- Ni yo ni mis acompañantes nos dejamos nada. Y aún así, ¿sabes qué? Has venido. Y no pienso dejarte marchar- agarró mi mano y se acercó más a mí.
- ¿Vas a secuestrarme?
- No lo descarto. Pero no va a hacer falta, no vas a volverte a ir.
- Estás demasiado convencido de que quiero quedarme, ¿no? Aún no te he dicho a que he venido.
- Me has dicho que has venido a decirme que soy alguien horrible, a contrarrestar lo que te dije ayer y a devolverme lo que me dejé. Pero como no sabes mentir, te he pillado –me guiñó un ojo y me hizo sonreír-. Así que tienes que decirme la verdad.
- ¿Y si me diera vergüenza?
- Tú no conoces qué es la vergüenza.
Abrí la boca y le empujé.
- Soy muy vergonzosa.
- Cierto, me lo demostraste desde el primer día –puso los ojos en blanco y sonreí de nuevo. Que fácil era hacerlo cuando le tenía cerca.
- ¿Y si me diera miedo? -Bajé la cabeza y agarré su mano con más fuerza. Temblé cuando él me le presionó suavemente.
- ¿Y si te dijera que no tienes de que temer, que yo estoy y estaré aquí? Mírame -alzó de nuevo mi rostro hasta que nuestros ojos se encontraron.
- Lo siento.
- Lo sé.
Y hasta ahí aguantó mi fuerza de voluntad, mi convencimiento de que lo mejor era alejarme de él, mi seguridad de querer olvidarlo todo… Hasta ahí llegó. Punto y final.
Di rienda suelta a mis emociones y me abalancé sobre él, ocultando mi cabeza en su pecho y estrujándole como si mi vida dependiera de ello. Supe que estaba sonriendo aún sin verle y un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando colocó una mano sobre mi cabeza y la acarició suavemente.
- ¿Quieres que te diga algo? –susurró. Me separé de él y busqué, esta vez sí, su mirada-. Yo también tenía miedo.
- ¿De qué? –pregunté sin comprender.
- De que te hubieras olvidado de mí y de lo nuestro.
Enarqué una ceja.
- ¿Qué clase de miedo estúpido es ese?
Rió.
- No te creas que los tuyos son mucho mejores.
- Al menos tenían fundamento.
- ¿Ah, sí? ¿Cuál?
- Mi teoría acerca de las relaciones.
Su expresión de llenó de confusión.
- Nunca me has hablado de ella.
- Lo sé.
- Hazlo ahora.
- No creo que quieras saberlo.
- Prueba.
Resoplé.
- Todo el mundo engaña. Todo el mundo miente. Por tanto, ninguna relación puede salir bien.
Para mi asombro, permaneció callado. No lo rebatió ni se quejó ni me taladró con la mirada como solía hacer.
- ¿No hay excepciones? –preguntó a los pocos segundos.
- No.
- ¿Tampoco tú eres una excepción?
- No. Ni siquiera tú, Michael.
- ¿Nadie?
- Nadie.
- Entonces, ¿cómo la gente puede empezar una relación? ¿Cómo tú misma puedes empezar una relación si estás tan convencida de esto?
- Porque estoy aún más convencida de otra cosa. El amor no puede existir sin la absoluta confianza en alguien, así que en algún momento de tu vida tienes que confiar en otra persona para poder experimentar de verdad el amor. Para ello tienes que arriesgarte, claro.
Entrelazó sus manos con las mías y las miró, como queriendo conservar esa imagen en su cabeza para poder continuar la conversación.
- ¿Estás dispuesta a arriesgarte por esto?
- Sí –contesté al instante. Sin dudas, sin miedos. Con sus ojos frente a mí brillando como me tenían acostumbrada.
- ¿Y si sale mal?
- Tendré la completa satisfacción de haberlo intentado con la persona más maravillosa del mundo.
- ¿Y si vuelven a entrarte dudas?
- Recuérdame lo mucho que te quiero, por favor.
Sonrió. Como sólo él sabía hacer. Con los rayos de luz estrellándose sobre su precioso rostro y el ligero viento alborotando su rizado pelo. Con nuestras manos entrelazadas y nuestras miradas cruzándose. Con todo en armonía. En paz.
- ¿Y si te digo que yo también te quiero?
Y entonces sonreí yo.
Y el chico de la sonrisa perfecta sujetó mi cara para borrarme con un beso todas las dudas y los miedos pasados.

9 comentarios:

  1. QUE ALEGRÍA!!! menudo capitulazo!! me encantó, de verdad! Pooor fin se solucionó todo!

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  2. Bonito, increíble, romántico, maravilloso, espectacular, amoroso, especial, así es este capítulo.

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  3. divino el capitulo! estuvo muy tierno mike..
    ojala mañana hay otro capitulo mas! me encanta cuando todos los dias me encuentro con un capi nuevo hahahah

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  4. Liberian !, ufff me encantò !, se me ha hecho cortisimo! ay!, al fin ya se arreglo todo ! me fascinaaaaaaaaaa!
    Me encanta abrir el blog y encontrar un capi nuevo, mil gracias !
    Espero que puedas seguir publicando así de rápido, tu novela es mi favorita :)

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  5. No no no! Me ha encantado! Siempre me encanta, pero este capítulo fue MAGICO.

    Me alegra que se hayan arreglado las cosas. Asi es como debia ser.

    Disculpame por no haberte comentado antes... mi internet apesta. Y Blogger tambien!

    Me encanto! Espero pueas subir otro mañana. Si si si!

    Un beso, linda!

    Atte: JuliaGo...

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  6. awww! por fin!! todo se ha arreglado, finalmente...

    este capitulo fue perfecto!! *__*
    ya no puedo esperar a leer el siguiente capitulo.
    que emoción, siguela por favor! ♥

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  7. Al fiiiin! AMO esta novela..es hermosa x donde la mire.. es mi GRAAN distraccion al final de los agotadisimos dias q estoy teniendo...gracias gracias gracias! felicitaciones x escribir tan increiblemente bien, real y entretenido..! es mi novela favorita ;) espero (x favoor!!) seguir leyendo mañana el sig cap!
    y quiero novela x mucho muucho tiempo mas jaja :P
    besotes! :)

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  8. ¿Qué quieres que te diga?¿que me ha encantado?¿que cada día escribes mejor y eso me fascina?
    Pues te lo digo,y de todo corazón.

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  9. Siiiiiii, ni te imaginas lo feliz que estoy. Me encanto el capitulo! me alegro de que se allan reconsiliado, por que no aguantaba verlos separados. Quiero seguir leyendo, ojala sea pronto!! Cuidate, besos.

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