25 de agosto de 2011

Capítulo 64.

¿Permanentemente fácil?

- No lo acabo de entender… -Sonia se rascó la cabeza, símbolo de que estaba pensando, y yo no tuve más remedio que soltar una risita.
- Pues es muy fácil, querida.
- Sergio te besó.
- Sí.
- Y tú querías que él te besará –afirmó María.
- Sí, pero no sólo porque sintiera deseos de besarle… -miré hacia otro lado y decidí ser sincera conmigo misma y con todas las demás-. Que también, a quien pretendo engañar. Ha sido una persona muy importante en mi vida, me guste o no, quiera olvidarlo o no. Ha sido muy importante porque ha sido el primero en todo, aunque nunca hayamos llegado a concretar la relación estaba claro que la había. Llevaba un año sin verle y estaba arrebatadoramente guapo. Así que sí, tenía ganas de besarle. Pero no era ese el único motivo –esperé la intervención de alguna de las chicas pero todas callaron, expectantes por mi continuación-. Es muy fácil, en serio –sonreí-. Yo quería que me besara porque quería saber si realmente quería que me besara.
- Esa frase es la misma que has pronunciado antes y nos has dejado igual a todas –suspiró Sonia.
Reí de nuevo y me mordí el labio.
- Quería saber qué sentía si volvía a besarme la persona que, antes que Michael, había sido importante.
- ¿Ves? Así sí –comentó Eva.
- ¿Y bien? –Ana realizó la pregunta que todas estaban deseando hacer.
- Nada de nada. Por eso le di las gracias. Porque siempre me había ayudado con todo y esta vez no ha sido menos. No me gusta haber tenido dudas de nuevo pero por suerte se han ido rápidamente. Y ha sido gracias a que Sergio me volvió a besar.
- Sabes que Sergio te quiere, aunque nunca te lo haya dicho… -dijo Eva al cabo de unos segundos.
- Lo sé, y yo también le quiero por todo lo que hemos vivido. Pero ahora…
Ahora sólo quería que me besaran otros labios. Y que me miraran otros ojos. Unos más oscuros. Y más bonitos. Miré al cielo y quise pensar que Michael estaba haciendo lo mismo. Mirar al cielo y pensar en mí.
Lamentaba haber tenido dudas pero he comprendido que es algo de lo que nunca vamos a podernos librar. Tenemos dudas a la hora de decidir qué hacer de comida, qué ponernos cada día, qué camino tomar para dirigirnos a un lugar… ¿Cómo no vamos a dudar en algo tan serio y fundamental como son las relaciones? Las dudas nos hacen crecer, nos hacen madurar. Y cuando se van sientes la satisfacción inmensa de tenerlo todo claro de nuevo. Sabes que volverán, sé que volverán, pero hasta entonces…
- Entonces te vuelves a ir.
- Me volvería a ir estuviera Michael o no. No puedo dejar a las chicas allí tiradas, las prometí que volvería –sonreí al tiempo que lo hacían todas.
- ¿No crees que con Sergio todo sería más fácil? Podrías quedarte aquí, nos tendrías a todos cerca. A ninguno de nosotros se nos escapa lo mucho que nos echabas de menos.
- Bueno, la palabra fácil es relativa. Sería fácil porque, como tú has dicho, os tendría a todos a mi lado, como siempre he querido y como siempre querré. Pero no sería nada fácil mirarle a los ojos y verlos verdes, y no negros –las guiñé un ojo y bajé la cabeza-. Puede que con Michael todo sea más complicado porque es quien es y vive donde vive, pero… Jamás había sido nada tan… No sé si podéis imaginaros cómo me siento cuando estoy con él. Hace que todo cambie de color, lo transforma todo. Es…
- Permanentemente fácil –sonrió Ana.
- Sí, justo eso –sonreí por la expresión utilizada y las miré de nuevo-. Él hace que cada momento no tenga la más mínima complicación. Es como si su norma general, y la única que puedes utilizar a su lado, fuera sonreír siempre. La energía, la vitalidad, la alegría que transmite… Hace que todo sea permanentemente fácil –sonreí de nuevo y agradecí encontrar, más o menos, las palabras exactas-. Claro que Sergio tiene sus ventajas y por supuesto que me gustaría quedarme, pero a la larga se me haría difícil, creedme. Me faltaría algo.
- Una última pieza, ¿puede ser?
Sonreí de nuevo.
- Sí –me detuve frente a la puerta de mi casa y las miré a todas-. Os he echado mucho de menos.
- Apunta, María, nos lo ha dicho ya trescientas noventa y cinco veces –todas reímos y Eva señaló a María-. Lo está apuntando, no me lo estoy inventando –sonrió también.
- Ya… Y lo que os gusta oírlo, ¿qué? ¿Eh? Voy a cenar algo, después me espera una charla telefónica de unas cuatro horas.
- Pobre, estará impaciente.
- Seguro que piensa que ya me he olvidado de él.
- Si yo fuera la mitad de guapa de lo que es él no sería tan insegura… -comentó María.
- Es parte de su encanto –sonreí.
- Dale recuerdos y dile que algún día iremos a conocerle.
Las mostré una última sonrisa e irrumpí en casa con ganas de cena familiar.

Me había pasado los últimos veinte minutos con el teléfono en la mano. Por alguna extraña razón no localizaban a Michael en su propia casa. Cuando ya habían pasado diez minutos y se habían puesto Caroline, la cocinera, por tercera vez para decirme que siguiera esperando, mis nervios se multiplicaron por trescientos. Por lo menos.
- ¿Hola?
Solté un enorme suspiro.
- Mike, por fin.
- Hola, Judi… -susurró con un tono preocupante en su voz.
- Um… Te iba a decir que lo sentía pero que me había olvidado de ti, pero si me hablas con esa voz lo descarto –no dijo nada y supuse que se lo había tomado en serio-. Era una broma, bobo. ¿Cómo estás?
- Bien –dijo al cabo de unos segundos, aunque el tono de su voz decía exactamente lo contrario. Preferí ignorarle y mostrarme alegre para así poder charlar animadamente.
- ¿Dónde estabas? Han tenido que llamar a varios policías para encontrarte.
- Eh… En el jardín, paseando.
Genial, había estado esperando con el teléfono en la oreja más de veinte minutos para que ahora no fuera capaz de decirme cinco palabras seguidas. Estupendo.
- Vale, supongo que no te he llamado en un buen momento; o no sé. Ya hablaremos.
- Espera –dijo cortante-. ¿Por qué no llamaste ayer?
- ¿Es todo lo que quieres saber de mí?
- Quiero saber por qué no pude felicitar a mi novia el día de su cumpleaños. ¿Estabas demasiado ocupada para hablar conmigo?
- No digas tonterías.
- No son tonterías, es una realidad.
- A veces te pones de un infantil que no hay quién pueda contigo, de verdad –le espeté. Había agotado mi paciencia definitivamente-. Me hicieron una fiesta sorpresa en la que se encontraban personas que llevaba sin ver más de un año, no sé si lo recuerdas.
- Y ahora que estás rodeada de tanta gente no hay un hueco para mí, ¿verdad?
- Si lo que quieres es que te cuelgue, te lo estás ganando a pulso.
Permanecimos unos segundos en silencio y empezaron a chirriar mis dientes. ¿Por qué no era capaz de entender que llevaba muchísimo tiempo sin sentir el cariño de las personas que habían estado junto a mí toda mi vida?
- Lo único que te pedí fue que me llamaras cada noche –dijo finalmente.
- Perdóname la vida por no poderlo hacer una noche -si él pretendía ser borde, es que no me conocía. Ni siquiera me había preguntado cómo estaba, cómo había ido todo. ¿Sólo le preocupaba la estúpida llamada que no había podido hacer?-. Voy a tener que colgar.
- ¿Cuándo piensas volver?
Abrí la boca hasta el suelo.
- ¿Cómo?
- Que cuándo vas a volver.
- ¿Sólo te preocupa eso?
- Cuando contestes a mi pregunta contestaré yo a la tuya.
Esta vez me faltó suelo para abrir la boca.
- ¿Sabes qué? A veces tengo la sensación de que no me quieres, que sólo…
- ¿Qué? –me cortó-. ¿Cómo puedes decir eso?
Ignoré su pregunta y seguí hablando.
- Sólo quieres a alguien cerca, alguien que esté a tu lado. Sólo quieres no sentirte solo. Perfecto, Michael. Llama a Natalie, ella sí está allí, y seguro que está dispuesta a llamarte todas las noches. Yo no soy ningún perro de compañía.
Y colgué.
Y no sabía cuándo volvería.
Ni pensaba decírselo el día que decidiera hacerlo.
¿Permanentemente fácil? Genial.
Me di la vuelta dispuesta a ir a mi habitación pero mi madre se cruzó en mi camino y escrutó mi rostro como si su vida dependiera de ello.
- Uy, uy. ¿Qué ha pasado?
- ¿Matar todavía es un delito?
Sonrió y me llevó hasta su habitación. Me sentó en la cama y me interrogó con la mirada.
- A Michael no le ha gustado nada que no llamara ayer. No sé por qué no entiende que ahora necesito estar con vosotros, puede que no vuelva a veros hasta dentro de otro año… Se comporta como un auténtico crío.
- Entiéndele tú a él también. Seguro que te echa de menos.
- Muchas veces pienso que no es a mí a quién echa de menos, es la compañía. No es a mí a quien quiere; lo que quiere es no sentirse solo.
Bajé la cabeza y sonreí por pura incredulidad. No podía creer que tuviéramos que discutir aún a kilómetros de distancia; era lo último que quería.
- ¿Por qué no te vas a la cama? –acarició mi pelo y me lo colocó como a ella siempre la había gustado: todo para atrás. Sonreí tímidamente ante ese gesto-. Echa el freno, llevas muchos días sin descansar. Mañana será otro día.
La di un beso y caminé hasta mi cuarto.
Caí rendida en la cama y de inmediato sucumbí al sueño.
Mañana sería otro día.

7 comentarios:

  1. Aja. Michael es un completo crío -.- Pero me da penita. Ahí solito... XD
    Esperemos que no se entere de lo de Sergio O___O
    Le daría un paro cardíaco!!!
    Judi, no sabes que ganas tengo de qué sigas! Besitos!

    ResponderEliminar
  2. NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! pobre Mike :(, yo si lo entiendo :( , aunque la verdad, si es un crío xd
    Judi!, me ha dado pena :C
    Necesito que subas otro capi pronto ! por favor !
    Te quiero Liberian, eres la mejor !

    ResponderEliminar
  3. Dios! Creo que esta vez ambos se han pasado...

    Michael ha sido demasiado infantil, y Judith ha sido... muy poco comprensiva.

    Espero que esto no pase a mayores, y que se arregle pronto.

    Me ha encantado, linda, como siempre.

    Espero puedas subir el siguiente capítulo muy pronto, me encanta que casi a diario nos regales uno nuevo.

    Besos!

    ResponderEliminar
  4. Esto me encanta, que emoción!
    Espero que esa discusión pase rápido, aun a miles de kilimetros de distancia y tienen que discutir!

    Debo admitir que me da algo de miedo que Judi se la este pasando tan bien sin Michael jajaja suena cruel pero me da miedo que no quiera regresar o tarde mucho D: Y Pobresito él allá sólito, pero se comporta muy infantil! xD

    Siguela, Judi!! Me encanta demasiado! *___*

    ResponderEliminar
  5. hay Michael Michael, q te pasa? se pasa de niño verdad ¬¬....awwn pero pobresito :(
    la verdad creo q ambos se pasaron, Michael x demasiado niño y Judi x poco comprensiva .___.
    no me gusta q peleen, espero q Michael vea la forma de llamarla ¬¬ xD (?)
    Siguela pronto
    Saludos :)♥

    ResponderEliminar
  6. visita mi blog, esta muy buena tu novela me gusta.
    te invito a la mia http://luciabasualdosmile.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  7. Judiii :) que bonicos qe son aii ^^
    Espero la contii cielo!
    Un beso enormee !
    Paola♥

    ResponderEliminar