22 de julio de 2011

Capítulo 57.

Miedo y cobardía.

- Espero que luego me cuentes todo como si tu vida dependiera de ello -Angie me alcanzó en mi camino hacia la cocina y me lanzó una tremenda mirada asesina-. ¿Cómo has sido capaz de callarte una cosa así durante tanto tiempo? Yo no podría.
- Supongo que contarlo significaba hacerlo real. No quería hacerlo más tiempo real. Quería olvidarme.
- ¿Y lo has conseguido?
La miré fijamente y la di la respuesta con la mirada. No quería decirlo en voz alta porque entonces, como acababa de decir, significaba hacerlo más real. Pero tampoco podía huir de una verdad tan evidente como que no me había olvidado de él.
- No –dije al fin-. Ni siquiera estoy segura de haberlo intentado realmente.
Entramos en la cocina al tiempo y cogimos lo necesario para volver a las mesas que nos correspondían. Ahora aquellos pensamientos estarían azotándome toda la noche. Genial.
¿A quién pretendía engañar? Pues claro que no me había olvidado de él. El corazón me había latido a cuatro mil por hora cuando su mirada se había cruzado con la mía después de dos meses sin vernos.
- Perdone, ¿nos puede traer otra botella de agua? –un joven sentado en la mesa que servía me sacó de mis pensamientos. Como me había estado pasando durante toda la noche, sólo cuando me llamaban la atención era capaz de lograr una mediana concentración.
- Sí, claro, ahora mismo se la traigo –sonreí.
Caminé de nuevo hasta la cocina, esta vez pensando cuántas veces había hecho el mismo recorrido y cuántas me quedaban por hacer. Realmente estaba contenta con aquel trabajo; a pesar de ser excesivamente cansado en noches como esa, pero no podía tener queja. Cobraba un buen sueldo y había buen ambiente entre todos los compañeros, algo que no siempre se encuentra.
De repente alguien agarró mi mano por detrás. No me hizo falta girarme para adivinar de quién se trataba.
- No puedo creer lo que has hecho.
Decidida a enfrentarme a él de nuevo, me giré.
- ¿A qué te refieres? –pregunté, casi enfadada.
Los ojos de Michael centelleaban, como si también él estuviera enfadado.
- Has rechazado servir en nuestra mesa.
Reí. Qué crío era.
- Por supuesto. ¿Qué pensabas que iba a hacer? ¿Servir a Natalie con la mayor de las sonrisas? Simplemente he evitado una situación que no sería agradable para ninguno de nosotros… Mejor dicho, no sería agradable para la mayoría.
- ¿Qué quieres decir? –preguntó confundido.
- Que Natalie disfrutaría viendo como he pasado de ser tu novia a servirle la comida.
- No sé por qué dices…
- No te hagas el sorprendido –le corté-. Sabes que es así. Y ahora, si me disculpas, tengo que seguir trabajando.
Me agarró la mano de nuevo y me impidió avanzar.
- Michael –le dije con un tono cortante.
- Eres una cobarde.
Solté mi mano de la suya y mantuve su mirada.
- No sabes nada.
- Lo único que sé es que has acabado con lo nuestro por miedo a que yo lo hiciera.
- ¿Ocurre algo? –preguntó Andrew, otro de los camareros responsables, cortando así nuestra conversación. Dirigió su mirada a Michael y después la posó en mí, que bajé la cabeza con las palabras de Michael aún resonando.
- No, no se preocupe –contestó Michael.
- ¿Judith?
Levanté la cabeza y Andrew me interrogó con la mirada.
- Está todo bien –logré decir.
- Judith es una vieja amiga –comentó Michael de pronto-. ¿Le importa que se la robe un par de minutos? No tardaremos.
Andrew dirigió de nuevo su mirada hacia mí y asentí, con el nudo en la garganta.
- De acuerdo –sonrió finalmente.
Ante la aprobación de uno de mis jefes, Michael agarró mi mano y se encaminó hacia los cuartos dedicados al personal. Sabía que allí nadie nos molestaría.
Una vez dentro me solté de su mano, ante su cara de confusión.
- Veo que te gusta poco vernos así de nuevo.
- Ni siquiera sé qué hago aquí. Debería estar trabajando, pero claro, cualquiera niega nada al señorito Jackson –miré para otro lado y resoplé.
- Sólo quiero hablar contigo –dijo tras unos segundos.
- Yo no. ¿No te das cuenta?
- Pues vas a tener que hacerlo.
De nuevo pulso de miradas.
- Eres un crío –dije al fin.
- Y tú una cobarde –sonrió.
- Todo hablado entonces. Un placer, como siempre –quise irme pero me agarró de nuevo.
- No ha pasado nada con Natalie –dijo de pronto.
Le miré, ardiendo en deseos por abrazarle, por volver a sentirle cerca. Todo lo cerca que fuera posible.
Retiré mi mirada en cuanto ese deseo se fue haciendo irrefrenable.
- No sé por qué me puede interesar eso… -susurré.
Sujetó mi mentón y me obligó a mirarle de nuevo. No sabría decir qué escondía la expresión de su rostro, pero ojala hubiera podido evitar mirarlo.
- ¿De Edward si te interesaría?
- ¿Pero qué dices? –reí. Genial, ahora venía un ataque de celos.
- Conozco a ese hombre. No es tan bueno como parece.
- No necesito que me digas eso. Soy mayorcita para saber de quién me rodeo.
- No le conoces. Aléjate de él todo lo que puedas.
Abrí la boca.
- No eres mi padre. Es más, no eres nada mío.
- Ah, ¿no?
- No. Y ni siquiera sé cómo tienes la decencia de decirme esto cuando eres tú el que ha venido acompañado de la persona que hizo que esto se acabara.
- La única persona que ha hecho que esto se acabara eres tú. No trates de buscar excusas para justificar tu miedo y tu cobardía, porque Natalie sólo ha sido un hecho aislado. Si no hubiera sido ella, hubiera sido otra cosa. En cuanto surge un problema prefieres rendirte a luchar. Siempre que las cosas se han complicado mínimamente has decidido que lo mejor era acabar con todo.
- No tienes ni idea –sollocé.
- Ni siquiera te has parado a pensarlo, pero es cierto. La razón por la que esto se ha acabado es absurda. Y estás tan ciega y tan segura de que llevas razón que no eres capaz de darte cuenta de que es ridículo. ¿Y sabes lo peor? Que me has demostrado que eres capaz de luchar por todo… Excepto por esto. Siempre has tirado la toalla al mínimo obstáculo. ¡Las relaciones no funcionan así! Necesitan esfuerzo y necesitan lucha. Y tú no has dado nada de eso.
- No sé cómo puedes decir eso, Michael. No sé cómo…
- Yo no sé cómo puedes seguir negándolo. Dime, ¿cuántas razones te he dado para acabar con esto? –me miró fijamente, quizá esperando mi respuesta. Lo único que obtuvo fueron lágrimas resbalando por mi cara-. Ninguna. Yo no te he dado ninguna. Han venido siempre de fuera, de otras cosas que no tienen nada que ver con mis sentimientos o, en teoría, con los tuyos. Te quería y quería estar contigo y es lo único que de verdad te tenía que haber importado. Si estábamos juntos podríamos con todo lo demás.
- Cállate, por favor… -susurré de nuevo.
- Quieres que me calle porque sabes que es verdad. No sabes cuánto me gustaría que no fuera así, que hubiera sido distinto. Que hubieras sido distinta. Que hubieras tenido valor.
Me tapé la cara con las manos y no pude soportarlo más, así que di rienda suelta a las lágrimas que desde hacía un buen rato querían salir. Michael trató de descubrir mi cara pero fue inútil; lo último que quería es que viera cómo me derrumbaba.
Finalmente apoyó sus manos en mis hombros y yo mi cabeza en su pecho. Y allí me desahogué, como había hecho siempre. Abrazada a él. Le rodeé tan fuerte que estaba segura de estar haciéndole daño, pero necesitaba sentirle cerca de mí otra vez, aunque fuera por unos instantes. Aunque después cada uno fuera a irse por su lado de nuevo. Aunque nunca más volviera a hacerlo.
Sostuvo mi cara con sus manos y me limpió las lágrimas que seguían descendiendo.
- Tranquila… -susurró-. No quería que te pusieras así…
- Lo siento… -le miré como pude y traté de tranquilizarme-. Lo siento mucho. Siento… Todo. Perdóname, por favor.
- Cada uno es como es… Y cada uno reacciona de una forma ante las cosas. Y yo debo respetar tu decisión… -atrapó mis últimas lágrimas y sonrió tímidamente-. Aunque a veces me gustaría obligarte a volver conmigo, la verdad –sonrió de nuevo, esta vez más ampliamente-. Pero no puedo hacerlo –soltó mi cara y se cruzó de brazos, como si estuviera incómodo-. Cuídate, pequeña –besó mi frente y salió disparado.
Y las paredes se me cayeron encima. Y yo empecé a sentirme diminuta, insignificante; todo a mi alrededor parecía inmenso y yo sin embargo me sentía pequeña, muy pequeña.
Y me tiré al suelo, apoyándome contra una de las paredes del cuarto. La cabeza me daba vueltas y las palabras resonaban en ésta de forma continua; parecía que nunca iban a callarse. Me tapé los oídos y agaché la cabeza, con una gran angustia aprisionándome el pecho.
¿Lo peor? ¿Lo que más dolía? Que Michael no se había equivocado en nada.
- ¿Judith?
Levanté la cabeza y me encontré con Andrew, que se había agachado hasta colocarse a mi altura. Algo me decía que mis días como camarera habían terminado.
- Michael me ha dicho que no te encontrabas bien, que te habías mareado un poco. Quédate aquí el tiempo que necesites, ¿vale? No te preocupes.
Le miré confundida. Michael acababa de salvar mi puesto de trabajo.
Se levantó y yo hice lo mismo, con una lentitud bastante considerable.
- No te preocupes, Andrew. Ya estoy bien. Sólo ha sido… Un instante. Por el calor, los nervios y… Bueno, todo eso. Pero estoy bien.
- ¿Segura?
- Sí –sonreí.
- Pues manos a la obra –me devolvió la sonrisa.
Agradecí infinitamente que Andrew hubiera aparecido. Lo último que necesitaba era quedarme sola en una habitación torturándome con millones de pensamientos que no conducían a ninguna parte.
Me ocupé de las mesas alejadas de esa mesa 15 que quería esquivar de todas las maneras posibles.
Sólo decidí asomarme una vez y echar una ojeada a ella, cuando ya había pasado casi una hora.
Y ya no estaba.
Se había ido.
Y se había llevado mucho de mí.

9 comentarios:

  1. Joe que capítulo más triste... estoy impaciente por saber que pasa ahora con ellos dos, y con el tal Edward (Que por cierto, no me ha gustado un pelo!)
    Besos judii!

    ResponderEliminar
  2. Fue genial! me quede con una intrigaaaaaaa, esta muy buena! te felicito.

    ResponderEliminar
  3. Judi!, tengo pena ! :(, este capitulo ha sido tan, tan triste! ay D: y cuando Michael se despide de ella ! :C
    Pobre Judi... darse cuenta de que Michael tenia razon... aaaaaaaaw que triste !!!!!
    Liberian, muchas gracias por publicar tan pronto!!
    Espero que subas el otro capi muy muy pronto, porque muero por saber que pasa !

    ResponderEliminar
  4. vale no es justo este capítulo ha sido muy doloroso!! he llorado mucho yo no quiero que pase esto y ese tal edward por su propio bien que no intervenga más porque me cabrearé, espero que judith se dé cuenta de que Michael tiene razón y tienen que estar juntos que no pueden permanecer más tiempo alejados no les hace bien a ninguno y a nosotras tampoco!!!


    Por otro lado quiero felicitarte cada vez escribes mejor (no es que hayas escrito mal nunca corazón) de verdad me alegra mucho ver que cuando vuelvo hay otro capítulo

    Eres un sol!!!!!!

    ResponderEliminar
  5. No no no! Estos dos ultimos capitulos han estado mortales! Mortales!

    Como que se fue?! No! Dios! Si querias matarme, lo has logrado!
    Ese Edward no me da buena espina... Y Judith es muy obstinada! No debio haber dejado que Michael se fuera!

    Espero que todo esto se arregle pronto!
    Un beso! Me encanto!

    ResponderEliminar
  6. Un capítulo muy triste...
    Aunque tú como escritora te has salido.
    Sigue así!

    ResponderEliminar
  7. NOO! yo que Judith le tiro de la mano y lo beso *-* Pero es entendible... la pobre estaba destruida llorando por que sabía que lo que Michael desia era verdad :/ Espero que se arreglen... me entristese verlos separados.

    Cuidate ;)

    ResponderEliminar
  8. Esta capitulo ha sido tan triste! :( Enserio ya no puedo esperar a que todo se arregle, las palabras que ha dicho Michael la han hecho ver la realidad, esto es una intriga muy grande

    siguela por favor, esta increíble! ♥

    ResponderEliminar
  9. Nooooooo!!!! No entiendo cómo Judith puede ser tan fuertee!! si tuviera a Michael a la misma distancia, probablemente moriría en el momento... pero igual las palabras que le dijo Michael son totalmente ciertas DEMONIOS!! Ya quiero que vuelvan las cosas como eran antes... T_T Ojalá se arregle pronto todo y que Natalie no se convierta en una villanaa D: Odio a las villanas -.-

    Ojalá puedas subir la continuación lo más pronto posible D:

    Oh! y Por cierto, hay una nueva novela y enserio me ENCANTARÍA que puedas leerla n__n
    Si pudieras, aquí te dejo el link:
    http://fan-ficjustgoodfriends.blogspot.com/2011/07/capitulo-1.html

    Cuídate y Suerte! :D

    ResponderEliminar