7 de julio de 2010

Capítulo 37.

¿Sigo soñando?

Esa noche dormí de nuevo plácidamente. La primera vez que abrí el ojo eran las 9 de la mañana, es decir, demasiado pronto para mí. Además no tenía nada que hacer, ¿para qué me iba a levantar? Me di la vuelta y seguí durmiendo.
Decidí dejar de hacer el vago a las 12. Tirada en la cama, me propuse limpiar toda la casa ya que llevaba mucho tiempo sin hacerlo. Me levanté aún con los ojos medio cerrados y fui hasta el cuarto de baño a trompicones. Me lavé la cara, aunque como siempre me pasaba seguía sin poder abrir los ojos. Y así me dirigí al salón, más dormida que despierta, cuando le vi. Michael, tumbado en el sofá, con un libro en la mano. Oyó mis pasos y se incorporó, sonriendo. Me quedé parada, e hice una mueca.
- ¿Sigo soñando? -dije al fin. Por supuesto, se rio de mí a carcajadas; no sé si debido a mis malos pelos o a mi cara. Se acercó para abrazarme, todavía con la sonrisa en el rostro.
- ¿Y qué tipo de sueño es? -preguntó dulcemente. Ponía una voz tan sexy cuando hablaba de aquella forma...
- Um... Depende. Si te ríes de mi es un sueño de crímenes y demás, porque cogeré un cojín y acabaré contigo. Si por el contrario me besas... -hice una pausa y él, por supuesto, me besó- ¿Ves? Ahora ya es un sueño perfecto.
- ¿Y no sale el tal Sergio en el sueño? -se apartó de mí y se tumbó de nuevo en el sofá.
- Si, pero tiene pareja. Se llama Natalie y es morena con los ojos azules. No sé si te suena -le saqué la lengua y me dirigí a la cocina. Rebusqué mis galletas favoritas y me tiré en el sofá con él, ofreciéndole una.
- Háblame de él.
- ¿Qué quieres que te diga, Mike?
- Pues no sé... Estuviste dos años con él, seguro que tienes muchas cosas que contar. Además, le echas de menos, ¿no? -replicó.
No lo podía creer. ¡Estaba realmente celoso! ¡Se le notaba a kilómetros! No me miraba a la cara y el tono de su voz tenía un claro enfado, mezclado con reproche. ¡Celosísimo! No pude evitar reírme y fue cuando por fin me miró.
- Estás celoso.
- Sí. ¿Y qué?
- Pues que Sergio está a miles de kilómetros de aquí, no tienes porque estarlo.
- Ya, pero le echas de menos.
Suspiré.
- Estás celosísimo -me ignoró y siguió mordisqueando la galleta-. Y estás encantador cuando te pones así -me mordí el labio y me lancé sobre él, obligándole a tumbarse. Cogí su galleta y la dejé en la mesa.
- Oye, que ella si me prefiere a mí antes que a otro. Devuélvemela.
Esta vez fui yo la que le ignoré y busqué sus labios. Él me los ofreció en seguida y de nuevo apareció esa sensación de ardor. Al cabo de 10 minutos tuve que recordarme a mí misma la promesa que había hecho: ordenar la casa. Me incorporé y él permaneció tumbado.
- ¿Qué pasa? -dijo, confuso.
- Me he prometido recoger toda la casa.
- Hay tiempo... -volvió a tumbarme encima de él y besó mi cuello.
- Eres una peligrosa tentación... Prefiero evitarla -me escapé de sus manos y me puse de pie, dirigiéndome a la cocina.
- ¿No te han dicho que la mejor forma de librarse de la tentación es caer en ella? -me paré en seco y le miré. Aún seguía tumbado, mirándome fijamente. Ay, ay, ay. ¿Tenía que comportarse de esa forma justo cuando yo tenía otras cosas que hacer? Moví un par de veces la cabeza para despejarme y caminé de nuevo hacia la cocina.
- Michael, ven por favor -le llamé desde allí. Si aparecía de nuevo en el salón y le veía aun en el sofá, no tendría más remedio que comérmele. Él apareció al instante, colocándose el pelo. Sonreí ante ese gesto-. Estás guapísimo, no te has despeinado ni un poquito.
- No puedo decir lo mismo de ti.
Abrí la boca y le di con el trapo. Sonrió aún más.
- Pasaré por alto ese comentario. Ayúdame a coger ese otro trapo, anda. Este está muy viejo, así que ese prefiero ese, pero está muy alto y no llego -Marina, que era la más alta, y la más guerrera, había dejado el trapo en el armario con más altura, para así hacernos la puñeta a Nana y a mí.
- Enana -se puso de puntillas un poco, y lo cogió-. ¿Quieres que te ayude?
- ¿Qué?
Puso los ojos en blanco.
- Te voy a llevar al médico a que te revisen el oído.
- Te he oído perfectamente. Ese “que” no significaba sordera, sino incredulidad.
- Ya, claro. ¿Y que hay de irreal en que ayude a mi novia a limpiar su casa?
Lo pensé durante unos instantes, encontrando una fácil respuesta: “Michael Jackson limpiando el polvo”. Resultaba gracioso. Preferí callarme, porque seguramente no le sentaría muy bien.
- Michael Jackson limpiando una casa -dijo, de pronto, con esa sonrisa burlona en la cara-. Estabas pensando eso, ¿verdad?
- ¿Serías tan amable de dejar de colarte en mi cabeza? Y sí, estaba pensando eso. Tus fans me odiaran el triple cuando se enteren que encima te hago limpiar.
- Algún día te arrepentirás de decir ese tipo de cosas, te lo aseguro. Acabaré contigo.
- Estás juguetón hoy, ¿eh?
- No sabes cuanto...
Tuve que girarme de nuevo para mirarle. ¿Esa frase llevaba doble sentido?
- Vale, olvidaré ese comentario también.
Cogí el cepillo y me dirigí al salón. Lo dejé apoyado en una esquina y vi a Michael dirigirse con un trapo a la puerta de entrada. Se lo arrebaté ante sus miradas asesinas y comencé a repasarla, para después dirigirme al mueble donde se encontraban los libros, no sin antes recoger el que Michael había dejado en el sofá. Vi que estaba hecho un desastre, así que coloqué un poco los cojines y cuando levanté la cabeza vi a Michael observando muy fijamente el cepillo. Sonreí ante esa extraña imagen y seguí a lo mío. Fui hasta el mueble de los libros, coloqué Orgullo y Prejuicio, uno de mis favoritos, donde le correspondía y pasé un poco el trapo por entre los demás. Oía como Michael estaba tarareando una canción, pero no llegué a adivinar cuál era, porque lo hacía de una forma bajita.
- ¿Qué cantas?
- Music takin’ over. Estoy por ponerme a dar un concierto aquí mismo.
- Adelante, yo te animo -le miré sonriente y él curvó las comisuras de sus labios.
Agarró el cepillo, y con él en la mano comenzó a dar vueltas.
- Music is a teacher that can teach you right from wrong. Cause if you listen closely there’s a lesson in the song...
Se colocó en medio del salón, ante mi atenta mirada y siguió dando vueltas y moviendo sus pies de esa forma tan vertiginosa.
- Music is a doctor that can cure a troubled mind. Listen to the music, the rhythms and the rhymes...
Comencé a aplaudir efusivamente, y me senté en el suelo para poder verle mejor.
- ¡Michael guapo! -comencé a chillar.
Sonrió, y siguió a lo suyo...
- Music’s takin’ over. Music makes you dance... Y ahora, para el disfrute de mi siempre fiel público, interpretaré el tema... Dreamer -cogió el cepillo hasta colocarlo recto, y cerró los ojos-. I guess I'll always be a dreamer. Dreaming my life away, dreaming my life away... A romantic fool, that's what I am. I think about you, all day long -abrió los ojos y me señaló. Me mordí el labio y comencé a aplaudir de nuevo. La dulzura de su voz y la armonía que me transmitía es una sensación que nunca iba a olvidar aunque pasaran los años.
- Para finalizar con el concierto, quiero pedir que la chica más guapa del público...
- Y la única -apunté entre risas.
Me mató con la mirada y continuó, con el cepillo aún en la mano.
- ... Que la chica más guapa del público, suba, por favor, al escenario y baile conmigo la última canción -dejó el cepillo a un lado, me tendió la mano y me levantó.
- ¿Qué canción quieres que baile contigo, gran Michael Jackson?
Me cogió las manos y las depositó en sus hombros. Me agarró por la cintura atrayéndome hasta él, y sonrió.
- The eyes of love will watch you as you go from day to day... -comenzó a cantar, mientras me daba una vuelta.
- ¿Los ojos del amor me mirarán día tras día? -sonreí.
- The hands of love will catch you when you fall along the way...
- Siempre me has cogido cuando me he caído...
- My arms will hold and be with you your whole life through... Cause I am love. And I'm in love with you...
- ¿Sabes? Yo también estoy enamorada de ti... -me apoyé contra su pecho y sus suaves labios se posaron en mi pelo. Continuó cantándome, cada vez más bajito.
- Cause I am love... And I'd love to stay.
- Siempre te vas a quedar.
Sujetó mi mentón y me hizo mirarle a los ojos. ¿Cómo podía llegar a hacer que una simple mañana de limpiar el polvo acabase de esa manera?
- No sabes... No sabes todo lo que eres para mí -dije, mientras me volvía a apoyar en él.
- Creo que puedo hacerme una idea... -imaginé su sonrisa aun sin verla.
- No, no. Jamás podrás.
Levanté mi cabeza lo justo para encontrarme con sus labios y le besé con ternura.
Sonó el teléfono.
- Estaba tardando... ¿Qué sería de nuestros momentos sin el sonido de un teléfono de fondo? -sonrió.
- Algún día acabaré con la tecnología mundial, te lo prometo.
Me acerqué hasta él y respondí de mala gana.
- ¿Si?
- Oye, Judi, soy Lorena. Está Michael, ¿no?
- Sí, está.
- Vale, así tienes compañía. Que las Marinas y yo hemos decidido comer fuera, así que llegaremos a eso de las 5, quizá un poco más tarde.
- ¿Para esto llamas? -me llevé las manos a los ojos y me les apreté fuerte.
- Si... ¿Pasa algo? ¿He...interrumpido?
- Um... Sí, algo así.
- Uy, lo siento. Bueno, adiós.
- Adiós, Loreto, adiós.
- ¡No me llames así!
Colgué y busqué el trapo con la mirada.
- Bueno, el concierto ha acabado. Aún hay mucho por limpiar -dije, mientras me dirigía a coger a mi actual archienemigo: el trapo del polvo. No es que fuera una vaga, que en parte también, es que limpiar el polvo es algo que odiaba hacer. Resoplé y me dirigí hasta el armario de los libros de nuevo.
A los pocos segundos noté como Michael me agarraba por detrás, besándome en la oreja, lo que provocó un dulce cosquilleo en mí.
- Michael, tengo que hacer esto. Luego nos ponemos una peli y...
- No me digas que no... -me interrumpió. Me giré y vi sus ojos ardiendo. Recordé el día de la playa, en el sofá; ni entonces había visto tanto fuego en ellos.
- Mike... -no me dio tiempo a decir nada más. Me cogió en volandas y caminó hasta la habitación, llevándome como una princesa, mientras sus labios rozaban los míos.
Me depositó en la cama con sumo cuidado, como temiendo que me fuera a romper y se colocó encima de mí con más cuidado aún. Nuestros ojos chocaron, y saltaron chispas. Desplazó sus labios a mi oreja de nuevo y me acarició dulcemente, dándome pequeños mordisquitos, que lejos de resultar molestos, me provocaron mil millones de temblores más. Como pude, le aparté y le miré de nuevo.
- ¿Tú quieres? -dije, dubitativa.
- ¿Y tú?
- Yo... Sí.
Sonrió y volvió a acariciarme el cuello con su boca. Seguí sin reaccionar y entonces él levantó su cabeza de nuevo. Le cogí la cara y acaricié sus labios.
- ¿Estas seguro de esto, Mike?
Nuevamente volvió a sonreír durante unos segundos y recorrió mi cara con su mano.
- Estoy seguro de que estoy enamorado -fue todo lo que dijo antes de perderse de nuevo en mis labios.

9 comentarios:

  1. Me encanta tu historia, pero la verdad es que ya estoy ansiosa porque lleguen a algo mas..... me entendes ¿no?
    Un beso

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  2. Michael está juguetón ! Ö
    Estoy de acuerdo con Jean, también estoy ansiosa a que lleguen a algo mas =D .
    Un besitoo, María Jackson : )

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  3. Yo sólo digo, chicas, que me habeis pillado en ello... :)

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  4. Jajajajajajajaja xDDD.... "Jugueton"
    por dios, mientras mas leo, mas me gusta!
    espero que la continues pronto!! mira que me encantaaaaaaa!!!!

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  5. Aii dios mio!
    Me he quedado O_O

    Esta genial la historia Liberian!
    Te felicito por 10 vez.. jajaja
    bsos

    7 de julio de 2010 17:03

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  6. Idem,,, yo tambien he quedado OwO

    diiiiooooss!!! esto esta cada vez mejor, great great greaaaaaat!!!
    amo esta historia!

    8 de julio de 2010 02:46

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  7. Estoy en coma cerebral O_____ó !
    xD!
    QUEE BUENA HISTORIA LIBERIAN ! Cada vez te luces maaaas y MAAS!
    Amo tu novela :D !


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    Tatiana (:

    8 de julio de 2010 03:49

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  8. REHOT BUENISIMO PERO QUE NO SE QUEDEN EN VEREMOS POR FA!!

    29 de noviembre de 2010 03:40

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  9. SUKI DAKARA SUKI: My OnE LOvEr19 de julio de 2011, 15:31

    chica que me encanto tu nove, aunque eso si tendre que leerla desde el principio porque puff, asi no podre entender bien, pero creeme chica que te seguire espero no te moleste n.n,espero que pases por mi blog y comentes espero que mi nove te paresca tan interesante como me parece la tuya (= chica eres lo mejor
    coopiloto del capitan EO fuera!
    PAZ Y AMOR
    BIE LIAO

    8 de enero de 2011 05:02

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