23 de junio de 2010

Capítulo 26.

Shhh... Calla.

Mi cabeza dio vueltas, y tuve que volver a controlar mi respiración para que no se acelerara de esa manera tan vergonzosa. Michael exhibió una tímida sonrisa, se acercó hasta mí, agarró mi mano y comenzó a andar de nuevo hacia la casa siguiendo ese caminito que estaba trazado. Entramos por una puerta que daba a la cocina, una cocina enorme y llena de trastos aquí y allá. Las paredes eran de un tono gris claro y había una pequeña mesa donde Michael y yo desayunábamos cada mañana.
- Voy a darme una ducha, ¿vale? Después nos ponemos la peli que quieras -besó mi mejilla y salió disparado.
Caminé hasta el salón y me senté en uno de esos inmensos sofás que había. Nunca dejaría de sorprenderme ante tanta grandiosidad. Los Jackson y sus lujos. Jermaine había decorado la casa de tal modo que hacía que, aunque fuera mucho más pequeña que Hayvenhurst, ciertos lugares parecieran más grandes. Ese era el caso del salón. Las paredes eran de un blanco impoluto, y había varios cuadros colocados en diferentes puntos. Una gran mesa estaba en el centro del todo, y a su izquierda tres sofás, rodeando la televisión. En un rincón se hallaba una figura de mármol, que no entendía muy bien que representaba, pero se la había regalado su suegro, así que la conservaban como si de oro se tratase.
Sin saber por qué, ni cómo, mientras estaba admirando todo eso, la frase de Michael volvió a mi cabeza.
“Esta noche te quiero a ti.” ¿De verdad iba a dar el paso? ¿De verdad iba a...pasar? Tenía claro, muy claro, lo que él pensaba de ese asunto; de momento no quería que pasara nada. Y probablemente no pasaría en bastante tiempo. Como me había dicho más de una vez, él no era como los demás. No le interesaba todo eso. E incluso cierta ocasión había comentado algo acerca de que esperar hasta el matrimonio no le parecía tan disparatado como mucha gente pensaba. Fue una auténtica tortura para mí oír eso, sobre todo porque aunque para mí tampoco fuera demasiado importante en el sentido de que podía sobrevivir sin ello, tenerle delante complicaba bastante mi capacidad de autocontrol, y sobre todo mis deseos. A la vista de cualquier chica, Michael era un joven guapo, sexy y muy apetecible. Y por supuesto yo pensaba exactamente lo mismo. Más de una vez me había sido bastante difícil controlarme y parar...
Pero él no. Él controlaba perfectamente sus deseos y todo lo que conlleva tenerlos. ¿Por qué iba a querer darlos rienda suelta ahora? ¿Por qué iba a cambiar de opinión?
Además, yo prometí esperarle. Prometí respetar sus ideas, sus pensamientos, sus creencias, o lo que fuera que le impedía hacerlo. No. Seguramente hubiera malinterpretado sus palabras; o simplemente lo había dicho para, una vez más, dejarme con la miel en los labios. Michael era así de juguetón...
Cuando le vi aparecer por la puerta, con esa camiseta amarilla que tanto adoraba, unos pantalones cortos, y sus simpáticos rizos mojados cayéndole por la frente, todas mis ideas acerca del autocontrol se hicieron pedacitos, una por una.
- ¿Vas a ducharte tú también?
- No... No me apetece nada la verdad. Y lavarme el pelo para volvérmelo a ensuciar mañana... Uf -mientras yo decía aquello, cruzó el salón, se sentó a mi lado y agarró mi mano-. Si quieres pon ya la peli.
- ¿Me lo dices cuando ya estoy sentado? -me taladró con la mirada.
- Si es que no me das tiempo a nada -protesté-. No es mi culpa que hagas todo tan admirablemente deprisa.
- Ni la mía que hoy estés tan admirablemente preciosa.
Y entonces desató todo el poder de su mirada de nuevo. No sabía como lo hacía, ni siquiera que hacía exactamente; pero lo cierto es que hubiera convencido a cualquiera de cualquier cosa si le miraba de esa manera. Era imposible decirle que no a algo.
Soltó mi mano, aferró mi cara y me besó.
No sé cuánto tiempo continuó haciéndolo; perdí la noción una vez que trasladó su boca a mi cuello, tan solo para volver a mis labios segundos después. Cuando todo daba vueltas a mi alrededor, agarró mi cintura con más firmeza y me hizo tumbarme, haciendo él lo mismo pero encima de mí. Sus manos se movían seguras y sutiles a través de mi cintura y bajaron de igual modo a mis piernas, descubiertas casi por completo con aquella falda que llevaba. En un momento de cordura, recé porque estuviera convencido de lo que hacía, porque si realmente no quería nada más no estaba bien jugar de esa forma conmigo. Con su mano izquierda condujo a la mía hasta su pecho y bajó hasta donde acababa su camiseta, tirando de ella hacía arriba y lanzándola al sofá de al lado. Recorrí su torso con mi dedo índice y me agaché ligeramente para poder besarlo, al mismo tiempo que él recorría mi cuello una vez más. Enganchó mi camiseta y de un solo tirón acabó en el mismo destino que la suya. Aferró mi cintura con solidez y se incorporó, llevándome con él. Buscó mis labios con urgencia y yo se los ofrecí de buena gana. Retiró mi pelo y nuevamente besó mi cuello de tal forma que no pude evitar que un leve gemido se escapara de mi boca. Pude observar su sonrisa mientras me agarraba de nuevo y me tumbaba encima de él. Acaricié con mis labios cada rincón de su cuello, para bajar después a su pecho. Sentí como se estremecía y de repente me entró la duda: nunca habíamos llegado tan lejos. Abandoné su torso y me incorporé hasta que nuestros ojos chocaron; podría jurar que había verdadero fuego en los suyos.
- Michael...
- Shhh... Calla -me interrumpió-. No digas nada...
Atrajo mi cara de nuevo hasta él y continuó besándome. Bajó sus manos y comenzó a bajar la corta falda que llevaba. Entonces supe que sí, ese era el momento. Le besé con llamas en mis labios y desabotoné el primer botón de su pantalón.
Entonces sonó el teléfono. Me separé de sus labios y le interrogué con la mirada. Seguía habiendo ardor en sus ojos, pero supe que, en un sólo instante, todo ese fuego que nos había poseído se había perdido.
Sinceramente, me importaba poco, incluso nada, quien era el que estuviera al otro lado del teléfono, ni lo que le hubiera ocurrido. Sólo me importaba que le tenía allí y ahora.
- No lo cojas... -dije con un hilillo de voz.
- ¿Y si es importante?
- Nada es más importante que esto -busqué sus labios, pero el me rechazó.
- Seguramente sólo será un momento -me separó de él y se levantó. Caminó hasta el teléfono y todas mis esperanzas se hicieron picadillo.
- No lo cojas, por favor...
- ¿Si? -contestó, al tiempo que yo me hundía en el sofá-. Sí, aquí está, ahora la digo que se ponga. Muy oportuna, por cierto.
Se desplazó hacía mí mientras abrochaba de nuevo aquel botón y la desilusión se apoderó de mí.
- Es Isa, dice que es importante.
- La voy a dar yo un capón importante en cuanto la vea... -me levanté y caminé de mala gana hasta allí.
- Venga, pequeña, tenemos más tiempo para nosotros.
- No sé que decirte, la verdad.
Se incorporó de nuevo, agarró mi mano y sonrió.
- Te quiero -susurró.
Fue suficiente para hacer que yo sonriera también.

11 comentarios:

  1. argh.

    Y de repente..sonó el telefono.

    argh.

    jajajajaajajajaja

    Bueeeenoo cariiño, que ya sabes que tu historia ME ENCANTA. En todos los aspectos de la palabra. jja=)


    Tequiiero! =)

    Paola.

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  2. HOT HOT ufffffff, pero Isitaaaaaaaaa que inoportuna eres, jajaja

    BESOS

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  3. Yo? Siempre.
    Vivo POR y PARA interrumpir esos momentos xDDDDDDD, como ella hace en los míos xD.

    Que te adorooooooo, y te odio al mismo tiempo. Sólo de imaginarme a Michael sin pantalones...aaaaaai omaaaá (LLLLLLL)

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  4. muy muy bien...es para matarte...bueno para mataros!!!!! dios hay que subir el siguiente capi con urgencia!!!! la proxima vez por favor desechufa toda comunicacion con el mundo exterior!!!!!!

    como siempre lo mas increible :)

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  5. Isa que inoportuna!!
    como pudo llamar en ese momento??
    que capitulo tan excitante, desde que Isa
    me recomendo tu novela me ha encantado..
    que bien escribes..
    ojala pongas el proximo cap. pronto..

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  6. Oh por Dios!!! q capitulo tan maravilloso!! debes de subir el proximo porfavoooor!!! y para la proxima vez desconecta el telefono jajaja muy bna la historia como siempre ;D

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  7. OMG !
    ISAAAAAAAAAAAAAAA !! XD
    no puede serrrrrr !!!!!!
    ayyy u.u
    me encanta Michaell *_*
    SIGUELA por favor !
    tu novela me ha dejado enganchada

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  8. ISAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! XD!
    como nos haces sufrir Liberian u.u!
    subee el otro capitulo PLEASEEEE T-T ..XD!!

    tu novela m ha encantadoo !! escribes muy bn (:

    --------
    TATIANA =)

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  9. Diiiiiiooooooooooooooos! aquí si que quedé perpleja, se acabaron los capitulillos subidos yap!!! NOOO! no te tardes, quiero saber que sucederá!

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  10. Lo malo de encontrar nuevas novelas en el blogger es que me es imperativo leerlas desde el principio, y ahora me encuentro con este capitulo que hizo que mordiera mi labio, jajajaj, me encanta!

    El primer boton de su pantalon, no sabes lo vivida que la imagen aparecía en mi mente, gracias :P

    Siguela pronto :)

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  11. esto es maldad...como vas a terminar asi el capitulo?? ajajaj

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