22 de junio de 2010

Capítulo 25.

Esta noche te quiero a ti.

Caminé sonriente hasta la orilla, a pesar de saber que esta noche me tocaría estar a su disposición a la hora de cocinar. La parte buena es que Michael no comía mucho; la mala, que a pesar de ello me obligaría a hacer millones de platos por pura diversión. Ya era la segunda vez que perdía una apuesta de ese tipo y en la anterior había sobrado comida para 3 días.
Me acerqué hasta él, que estaba recogiendo las toallas, y le lancé una de esas miradas que tan bien se me daban cuando quería recriminar algo.
- No me mires así -sonrió.
- Haces trampas. Siempre. Eres peor que un niño -me limité a decir, y comencé a andar, sabiendo que él me seguiría al instante.
Se situó a mi lado, colocó las toallas en su hombro izquierdo y me rodeó con sus brazos.
- En el fondo te encanta -susurró.
Sí, en el fondo me encantaba, tenía mucha razón.
Continuamos andando en silencio hasta llegar a la mansión de su hermano, a unos pocos minutos de la playa. Entramos en el gran jardín que tenía, donde, miraras hacia donde miraras, había árboles.
De repente escuché su risita. Le interrogué con la mirada y sonrió aún más.
- Quiero spaguettis -levantó las cejas y rio con más fuerza-. Y tortilla española. Y...
- Michael, no voy a hacer quinientos platos como la otra vez, te lo aseguro.
- Te recuerdo que has perdido...
- Pero sólo porque has hecho trampa.
- No, eso no es verdad.
- ¿Ah no?
- No.
- Sí.
- No -se detuvo e hizo que yo hiciera lo mismo. Utilizó todo el poder de su mirada mientras sus labios se iban aproximando a los míos y una vez que estuvieron cerca, demasiado cerca, susurró:- No es verdad.
Debido a esa acción, totalmente inesperada, mi corazón se aceleró, al igual que mi respiración. Mi cuerpo seguía siendo excesivamente débil a sus encantos, a pesar de llevar expuesta a ellos bastante tiempo.
Me besó con la delicadeza a la que me tenía acostumbrada, para después retirar sus labios unos centímetros y sonreír.
- No es justo que hagas esto... -dije, una vez que recuperé, más o menos, el pulso normal-. No es nada justo y deberías pagar por ello. Deberían encerrarte, o algo así. ¿Te crees que puedes ir provocando taquicardias a la gente? Te odio-. Me separé de él y eché a andar hacia la casa.
- No, no lo haces.
- Sí, si lo hago.
- No, no lo haces. Y vamos a parar ya de hablar con monosílabos y frases cortas, por favor, no me gusta nada. Parece que estamos enfadados.
- Yo lo estoy, deberías saberlo.
- No, no lo estás.
- Sí, sí lo estoy.
- No, no lo... ¿Otra vez con lo mismo?
Agarró mi mano, obligándome a girar y ponerme frente a él, y cogiéndome por la cintura me llevó hasta el tronco de uno de esos gigantes árboles que se alzaban por encima de nosotros. De nuevo clavó sus ojos en mí y comenzó a deslizar su mano suavemente, primero por mi hombro y después por mi cintura. Sujetó mi cara con su otra mano, y, como había hecho antes, acercó su boca a la mía. Enganchó mi labio inferior con sus dientes y tiró de él levemente. Para entonces yo ya estaba temblando.
- No me odias... -susurró de nuevo, con esa voz tan irremediablemente atrayente.
Entonces dirigió su boca a mi cuello, el cual besó con tal sutileza que si lo que quería era volverme loca, definitivamente lo había conseguido. Acaricié su cabello con una mano, mientras que con la otra busqué el final de su camiseta. Tiré de ella hacia arriba, y él, rápidamente, se deshizo de ella tirándola al suelo. Sus labios volvieron a encontrarse con los míos. Su forma de besarme era delicada, pero arrebatadora; y él lo sabía. Sabía perfectamente lo que tenía que hacer para desatar la locura.
Comprendí que saldríamos ardiendo de allí si no parábamos pronto.
De una forma imprevista, como si hubiera oído mis pensamientos, detuvo mis manos que acariciaban su cuello y se separó de mí.
- Um... Pequeña, creo que deberíamos parar -su rostro mostraba preocupación y no lograba entender por qué. ¿Qué había de malo en todo eso?-. Esto se nos va de las manos... -se mordió el labio inferior-. ¿Vemos una peli, y después cenamos?
Se agachó y recogió las dos toallas que había dejado en el suelo. Entendí que, una vez más, no quería llegar más lejos. Sin embargo, cuando se volvió para mirarme, lo que me encontré fue fuego en sus ojos.
- ¿Sabes? He pensando que no quiero ni spaguettis, ni tortilla, ni nada de eso esta noche.
- ¿Y qué quieres entonces?
- A ti. Esta noche te quiero a ti.

12 comentarios:

  1. Oh dios mio...pretendes que me quede sin dedos en las manos? Porfavor, actualiza pronto. Que mala! no lo dejes justo ahí!!

    jajaja:)

    Besoss!

    paolii95

    ResponderEliminar
  2. No.
    No.
    Y no.
    NO ME PUEDES DEJAR ASÍ VALE?

    Me ves riéndome hasta no poder más al comienzo, y con unos calores al final que...
    Te odio.
    xDDDDDDDDDDDDDDDD

    Síguela, síguela, y síguela.

    Pd: Vas a sufrir escribiendo el siguiente, confesión de una escritora a otra xDD

    Tequierooo

    ResponderEliminar
  3. Oh dios miooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!
    ME ENCANTA!!!!
    Que hombre que esta hecho!

    Siguela pronto Pliiiiiiis :(

    ResponderEliminar
  4. la pesada de todos los días22 de junio de 2010, 20:59

    sube otro :)

    ResponderEliminar
  5. sabes que son 100 los que tengo que poner..pero no porque he de escribir siempre la palabrita para no hacer SPAM!

    pd: pitito, te quiero

    ResponderEliminar
  6. :O WOOOOW NO PODES DETENERLO AHI!!! POR FAVOR CONTINUA!!!!!!!!!!!

    ;D COMO SIEMPRE RE EMOCIONANTE LA HISTORIA

    ResponderEliminar
  7. Siiiii que emoción, Michael no puede mas, esta noche va a ver fuegos artificiales...

    BESOS

    ResponderEliminar
  8. dios me has matao con este capitulo madre de dios pero esto esta permitido??? pero pero si casi me tiro al suelo...dios....dios... dios...


    que reviento que reviento por dios por diosss ya ya ya ya ya!!!!

    oioioioio que me da el telele.. :S por dios

    (sobra decir que ha sido perfecto...=) )

    ResponderEliminar
  9. OMG !!!!!!!
    OHHH MI DIOSSSSSSSSSSS !!!!!!!
    ayyyyy mamaaaaaa XD
    tienes que seguirlaaaaaaa !!!!!!!!
    ay Michaelll *_*

    ResponderEliminar
  10. AWWW!! qe profundoo! enserio este capitulo me hizo temblar.. y alfiin qe te apareces, jaja
    que bueno que ya pudiste continuar tu nove y acabaste con esos trabajos... Yo estaba igual.
    bueno, espero que algun dia leas mi nove!!
    la tuya simplemente ME ENCANTA! jaja saludos ;)

    ResponderEliminar
  11. ¿¡Como que la quiere a ellaaa!?
    OMG!!!... me desmyaoooo!!!! jajaja
    como cosa rara...bueno amiga, me encanta tu historia, no puedo evitar decirlo ME ENCANTAAA!!!

    ResponderEliminar