28 de marzo de 2011

Capítulo 49.

Felicidades.

Me senté intranquila. A los 10 segundos me encontraba en pie de nuevo, nerviosa. Caminé hasta la cocina y volví al salón con un tenedor en la mano. Me senté de nuevo en el sofá y observé el el objeto que sostenía. Un momento… ¿Qué hacía con un tenedor en la mano?
- Judi… ¿puedes explicarme qué pretendes hacer con un tenedor? –preguntó Nana, como si me hubiera leído la mente.
- No sé. No sé. No me estreses, por favor.
- ¿Yo? ¿Estresarte? No, de eso te encargas tú sola siempre, nunca has necesitado ayuda de los demás.
La saqué la lengua y resoplé. Dejé el tenedor en la mesa. Total, ni siquiera sabía que hacía con él. Cuando estaba inquieta hacía muchas tonterías de las que ni siquiera me daba cuenta. También pensaba muchas tonterías; era incapaz de encadenar más de dos frases con sentido. De hecho, en esos momentos, sostenía una zapatilla de Nana en la mano. Cuando caí en la cuenta la deposité cuidadosamente en el suelo, y miré a Nana, deseando que no se hubiera percatado de ello. Pero sí. Lo había hecho. Y me taladraba con la mirada.
- Antes de que te pongas a juguetear con todos los objetos de la casa… ¿Quieres tranquilizarte?
- No. O sea, sí. Pero, ¿cómo voy a tranquilizarme? –me levanté a la cocina y caminé de nuevo hasta el sofá a los pocos segundos. Nana me agarró por los hombros y me balanceó.
- ¡Tranquila! Vas a hacer un surco en el suelo como sigas caminando a esa velocidad.
- ¿Qué estará haciendo ahora? –antes de que Nana pudiera contestar la tapé la boca-. ¿¡Y si no le gusta!? A lo mejor me ha quedado demasiado cursi, he dicho muchas pasteladas…
Me taladró de nuevo con la mirada.
- ¿Has dicho cursiladas o verdades?
- Mmmm… Verdades, muchas.
- Deberías plantearte lo de tu inseguridad. Deberías confiar más en ti misma…
- Deberías, deberías… -me burlé.
Nana me hizo caso omiso y continuó con su discurso.
- Judi, que tengas a mil personas que te quieren no es casualidad, significa que haces las cosas bien.
Lo pensé durante unos segundos.
- No. No es casualidad –sonrió satisfecha-. Así que será suerte, supongo –reí, provocando sus desesperación. Tenerla a ella sí era una verdadera suerte-. No aguanto más, me voy. Voy a llamar a su casa y me voy.
Me levanté, cogí el teléfono y tecleé su número tan rápido como me fue posible. Me contestó una de las cocineras, tan amable como siempre, haciéndome saber que en menos de media hora Sam estaría en la puerta para recogerme. Ya estaba lista, con lo cual mi única tarea sería esperar esa media hora en el sofá. Media hora...
Juraría que cuando bajaba por las escaleras a encontrarme con Sam, lo que había pasado eran décadas, y no una simple media hora…

Y juraría que lo que transcurrió desde mi casa a la de Michael fueron siglos. Siglos enteros. Unos 10, o así. Cuando abrió la puerta de la gran mansión, yo era 1000 años más vieja.
Una vez me di cuenta de que estaba empezando a desvariar y de que mis pensamientos se alejaban de lo que la gente consideraba la normalidad, decidí dejar de pensar.
- Ah, claro, genial. Total, no tienes que pensar qué decirle cuando le veas… -me maldije a mi misma mientras caminaba hacia la puerta de entrada. Por suerte, Michael no andaba por allí, así que al menos tendría unos… 5 minutos antes de encontrarme con él para pensar exactamente qué tenía que decirle. Estupendo. Mis nervios se multiplicaron por 3000.
Subí las escaleras despacio, dándome cuenta que toda la prisa que había tenido durante toda la mañana, estaba descendiendo brutalmente hasta el punto de llegar a convertirse en pasividad. No quería hablar con él, ¿y si no le había gustado? Seguro que llegaba su magnífico padre con un magnífico descapotable que…
- Judi…
¿Estaba soñando, en el paraíso, o esa perfecta voz se encontraba detrás de mí? Me giré mientras un escalofrío me recorría de arriba a abajo, y me mordí el labio inferior al ver a Michael frente a mí. Descendí las pocas escaleras que había subido, tratando de descifrar qué escondían sus ojos, los mismos que nunca me habían mentido. Él no se movió, continuó mirándome fijamente mientras mi corazón latía a mil por hora; mientras, estaba segura, su corazón latía a dos mil por hora. Me acerqué hasta dónde se encontraba y aferré su mano. La mágica pulsera relucía sobre su tez morena.
- Yo… -trató de decir.
- Chsss, no digas nada –le tapé la boca-. Lo primero de todo… Felicidades –sonreí y aparté mi mano lo suficientemente rápido para darle un suave beso y lo suficientemente deprisa para impedir que tratara de volver a hablar. Pero haciendo gala de su agilidad, se zafó de mi mano, y me miró aún mas fijamente, haciéndome casi daño por la intensidad de sus ojos.
- No sé ni qué decirte… -susurró.
- ¿Me quieres?
- ¿Cómo? –mi pregunta pareció extrañarle, dejándole absolutamente descolocado. Sonreí.
- Que si me quieres.
- Sí. Sí. Mil veces sí… -el tono de su voz me hizo darme cuenta de que, a su parecer, estaba diciendo algo obvio. Sonreí aún más.
- Es suficiente. Es más, es lo único que necesito que me digas.
- Pero…
- Chsss –le interrumpí de nuevo-. Michael, esto no ha sido nada. No es nada comparado con lo que te mereces –alcé mi dedo en señal de silencio; aún no había acabado de hablar-. No puedo ofrecerte gran cosa, mírame… -me retiré de él, y comprobé que me miraba, siempre con esa expresión de desconcierto en su cara-. Pero si, sea lo que sea, puedo hacer algo para mantenerte a mi lado… Entonces lo haré. Pero esto, Michael –susurré mientras me acercaba a él nuevamente, acariciándole el rostro-, esto no es nada comparado con lo que alguien como tú merece.
Tomó mi mano de su cara y la aferró con fuerza, bajando la mirada hacia ella.
- No es cierto –afirmó, aún con la mirada baja-. Tú puedes ofrecerme todo. Es más, nadie puede darme lo que tú me das. Judi, esto… Esto que has hecho… -miró al cielo y después depositó de nuevo esos profundos ojos en mí-. Jamás podré compensarte por ello.
Reí, acercándome más a él.
- Michael, no tienes que compensarme por ello. No quiero que me compenses.
- Eso tampoco es cierto. Ha sido… Mágico –sostuvo mi mano con más fuerza y esa palabra cobró el significado que él quería darle-. Y necesito agradecértelo de algún modo.
- No…
- Sí. Todo lo que has dicho, todo lo que has hecho… Nadie, jamás, había hecho tanto por mí. Nadie me había demostrado tanto. Nadie me había dado tanto. No sé cómo agradecértelo, de verdad… Todo lo que pueda decirte se queda corto. No sé…
- Sólo tienes que saber una cosa. Sólo quiero que sepas una cosa, que estés seguro de una cosa.
- ¿Cuál?
- Que me quieres. No necesito más, Mike. Esa es la mayor recompensa que puedes darme.
- Te quiero –susurró-. Pero no es suficiente.
- Sí, si lo es.
- No, no lo es, Judith. Esta vez no -puse los ojos en blanco, y me rodeó con sus brazos. Me levantó el mentón y me hizo mirarle-. ¿Sabes? Cuando era pequeño mi madre solía contarme un cuento. Trataba acerca de un mago, un mago que decidía dónde y cómo colocaba a todas las personas en el mundo, y cuál sería su cometido mientras estuvieran en él. Por supuesto, es sólo fantasía, un cuento para niños pequeños. Pero… Si algún día me encuentro a ese mago, le daré mil gracias por haberte cruzado en mi camino.
Intenté hablar pero esta vez fue él quien detuvo mis palabras.
- Te prometo que algún día te compensaré por todo esto. Hasta entonces… No sé qué decirte –sonrió.
- Anda, no seas exagerado, tampoco ha sido para tanto.
- ¡¿Que no ha sido para tanto?! –me cogió por la cintura y me levantó por los aires, obligándome a agarrarle por el cuello. Me mantuvo unos segundos en el aire, acariciando mis labios con su nariz. Nuestros ojos chocaron y saltaron chispas. Me besó, lento, suave, tierno. Como el sabía hacer. Temblé, y me depositó en el suelo-. Cuando creí que no podría describir todo lo que había experimentado durante toda la mañana, vas tú y me haces el regalo más significativo que jamás me harán: explicarme el significado de la palabra “magia”. Eso ha sido todo esto, mágico, Judi. Mágico.
- Vas a ponerme roja…
- Siempre estás roja –me sacó la lengua-. Umm… No quiero parecer empalagoso, pero… Te quiero. Mucho.
- ¡Empalagoso! –le empujé-. Es broma, me encanta que me lo digas.
- ¿Sabes lo mejor de todo?
- Sorpréndeme –le achuché más fuerte, apoyándome en su pecho. Podía sentir sus latidos, casi tan intensos como los míos.
- Que ahora sé cuando acabará esto.
Alcé la cabeza buscando su mirada.
- No me asustes. ¿Cuándo?
Me besó con cuidado y sonrió.
- Cuando mi corazón deje de latir.

10 comentarios:

  1. Awwwwwwwwwwwwwwww, me encanto el capitulo, sorry por no haber podido comentar antes, pero es que no habia tenido tiempo, pero si e leido los capitulo, espero el siguiente me encanto encerio me encanto.

    +T.K.M.+

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  2. Aww! "."

    HERMOSO! Simplemente, hermoso! He sonreído todo el capítulo como una tonta.

    Mágico, de principio a fin.

    Pero sigue pronto! Necesito seguir leyendote!

    Besos!

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  3. Aww! Me ha encantado un mundo este capitulo.
    Lei la nove completita y no tengo palabras, es simplemente hermosa, y este capitulo fue muy bello!

    Felicidades por escribir una nove tan linda, aqui una nueva lectora fiel :D

    Siguela pronta, me he quedado con ganas de mas (: haha.

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  4. awwwwwn q hermoso capi♥

    he sonreido como idota xD
    q lindo, todo!
    Mike tan tierno, awwwn*.*

    sin palabras
    perfecto!
    gracias x actualizar
    espero q la sigas pronto :)

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  5. Que lindooooooooooooo!!! Son una pareja adorable, me arrancan tantos suspiros, Michael es un bombón, el novio perfecto, moriría por estar en sus brazos (bueno eso creo que nos pasa a todas jeje!). Ya quiero leer el siguiente, me encanta esta novela.

    Quedó bello este capítulo te felicito, muchas gracias!

    Anita.

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  6. ********wwwwwww******** Sigues escribiendo igual de bonito, aunque te haya salido un handicap llamado Isa, que te interrumpe cada vez que escribes!!! xDDDD

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  7. Que boniiiiiiiiiiiiiiiiiiiitoooooo :D :D
    jajajajajajaja
    Me los como, a los dos.. xDD
    Sigue muy pronto cariño, me encanta!
    Un besooo :)
    Paola♥

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  8. que hermoso capitulo!!!
    me dejaste enganchada ala historia

    hola!!! notaras q soy nueva
    ps si hace poco decidi subir mi novela en un blog, me encantaria tanto tenrte x ahi...

    http://dentrodeunaburbujadefantasia.blogspot.com/

    exitos siempre
    bye

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  9. Asshh, qué bonito *-*

    Judi extrañé muchísimo leerte! dsadsa recién lo he podido hacer porque uff.. estoy tan cargada estos días u.u y creo que te lo he comentado : )

    ME ENCANTÓ! escribes de maravilla cielo *-* adoro a este par, en serio.. LOS ADORO :'D
    Esta demás decir que espero actualización?

    PROMETO no volver a demorarme en leer *o*
    Un beso enorme si?
    Te quiero muchísimo, y lo sabes (L)

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  10. Ay por Dios, te juro que si alguien me dice eso me pondría a llorar de felicidad. QUE HERMOSO!!!♡♥♡♥♡♥:')

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